Utilizan perros como método para mejorar la lectura de los niños

Irene se ha vuelto inseparable de Roró, su perro labrador, con quien realiza 15 minutos de lectura en la biblioteca. Con estas sesiones Roró ayuda a mejorar las capacidades lectoras de los más pequeños y sus competencias personales.

Aquí se cambian los roles y los niños se convierten en el maestro de ceremonias, ellos enseñan y el perro aprende.

La compañía del animal les reconforta y les da confianza para mejorar el ritmo de lectura. Y si alguno se equivoca al leer, Roró mueve la patita y les avisa. El proyecto cuenta en España con 27 perros que realizan esta terapia tanto en niños como en adultos después de haber realizado un examen previo de comportamiento.

Lo cierto es que de esta manera lúdica y divertida los perros nos vuelven a enseñar porque les consideramos el mejor amigo del hombre. Incluso leen.