Jamón

La pezuña, el olor, el precinto... Los trucos que necesitas para saber si un jamón es bueno o no

Existen una serie de factores que podemos medir para determinar la calidad del jamón que estamos a punto de comprar.

Pata de jamón

Pata de jamónPixabay

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Uno de los elementos característicos de la Navidad es el jamón. Suele ser una de las compras casi obligadas para estas fechas y lo encontramos hasta en algunas cestas de Navidad de empresa. Dentro de las patas de jamón existen muchas gamas, pero hay una serie de trucos que nos permiten saber si el que estamos a punto de comprar es de calidad o no, como el truco de la pezuña.

A pesar de que muchas veces escuchamos la expresión "pata negra", como manera de referirse a los ibéricos de extraordinaria de calidad, esto no significa que las patas de pezuña negra sean buenas, ya que existen razas de cerdo, como por ejemplo el Duroc, que son negros pero no ibéricos.

Trucos para comprar un jamón de calidad

Cierto es que es un truco que, por lo general, va a funcionar, pero como el conocimiento es poder, lo mejor que se puede hacer es estar bien informados para saber en todo momento qué producto estamos adquiriendo. En este sentido, existen una serie de factores que podemos medir para determinar la calidad del jamón que tenemos delante.

  • El color de la carne: el jamón ibérico presenta un color más rojizo que el serrano y, por ello, puede variar dependiendo de si la pata es 50% ibérica o 100%, pero siempre tiene un color rojo vino.
  • La grasa: esta es otra variable que ayuda a identificar si la pata es de bellota o no. Cuanta menos grasa, mejor.
  • La forma de la pata: el jamón de bellota, por lo general, tiene una forma más alargada y estrecha que los de menor calidad.
  • La pezuña: como hemos comentado, la pezuña del jamón de bellota suele ser negra, mientras que los de menor calidad son blancas.
  • El precinto: una vez más, nos debemos fijar en el color negro. Los jamones de menor nivel tienden a tener un precinto de color amarillo.
  • El olor: el olfato nunca falla y aquí no hay complicaciones. Cuanto más intenso sea el olor, mayor calidad tendrá el jamón.
  • El peso: El jamón de bellota nunca tendrá un peso menor de cinco kilogramos, y los de mayor calidad pueden alcanzar los ocho kilogramos.
  • La curación: las patas de bellota requieren de, al menos, dos años de curación, mientras que el jamón serrano necesita menos.

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