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TODO FUE UN MONTAJE PARA DAÑAR A SU EXPAREJA
Piden 11 años de prisión para una mujer por simular haber sido víctima de una agresión sexual de su exnovio
La mujer había denunciado que fue secuestrada y obligada a entrar en un coche, donde supuestamente fue maltratada y vejada por su expareja, que la habría echado pegamento en la vagina. Una cámara grabó a la mujer cuando compró utensilios que posteriormente utilizó para provocar las lesiones.
La Fiscalía pide una pena de 11 años y 8 meses de cárcel para una mujer de 35 años por simular haber sido víctima de una agresión sexual, para lo que se echó pegamento en la vagina y acusó después a un exnovio. Tras descubriese que todo había sido un montaje de la mujer con la intención de dañar a su expareja, V.G.G ingresó en prisión el 27 de octubre de 2016 como supuesta autora de una denuncia falsa y simulación de delito, según fuentes del caso.
La mujer, vecina de Fabero (León), al parecer contó con el apoyo de un cómplice para urdir la trama, F.V.A., de 26 años, que está acusado de simulación de delito, y para el que la Fiscalía pide 10 años y 10 meses de prisión. El Ministerio Fiscal reclama también el pago de una indemnización a la víctima de 18.000 euros, a la que deberán hacer frente los dos acusados, cifra que la acusación particular eleva hasta 30.000 euros.
La mujer había denunciado que fue secuestrada en la puerta de su casa en Fabero sobre las once de la noche del 17 de octubre de 2016 por dos cómplices de su expareja de 36 años y que la obligaron a entrar en un coche en el que la trasladaron a Bembibre.
Según la denuncia que presentó ante la Guardia Civil, una vez allí fue maltratada y vejada por su expareja, que la habría echado pegamento en la vagina y posteriormente abandonado semidesnuda en el barrio de la estación de la capital del Bierzo Alto. Ese mismo día, la mujer había solicitado el reingreso en prisión de su expareja, que había salido de la cárcel tres días antes, tras denunciar que había sido acosada por él.
Inicialmente, el titular del juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada, Ignacio Candal, envió a prisión a su expareja, si bien días después lo dejó en libertad ante los indicios de que se trataba de una simulación de delito. El juzgado logró pruebas de que los elementos utilizados para simular el secuestro fueron comprados por ella, que reconoció los hechos ante el juez instructor del caso.
Una cámara grabó a la mujer cuando compró utensilios que posteriormente utilizó para provocar las lesiones que alegó en su denuncia, como una media, cuchillas, pegamento y cinta adhesiva. El cómplice, por su parte, reconoció ante el juez que ayudó a la mujer a simular su secuestro, lo que precipitó la detención de ella.
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