La Fiscalía ha solicitado la pena de tres años de prisión para la cajera de un supermercado de Cenes de la Vega (Granada) acusada de permitir que dos clientas se llevaran carros llenos de productos sin pagar durante un año y medio a cambio de una gratificación económica que le daban periódicamente.
La joven, de 23 años, está acusada de un delito continuado de hurto a raíz de que acordara con estas dos clientas, también procesadas en la causa, que se llevaran productos sin pagarlos en los momentos en los que estaba sola en la caja, según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Al parecer, las dos clientes, que son hermanas, cogían un carro lleno con los productos más caros del supermercado y la joven los pasaría por el ordenador de la caja, pero borraría las líneas de compra para que no quedara rastro de su salida del establecimiento. Todo este plan se ejecutó entre enero de 2017 y finales de junio de 2018. En total, lograron acumular productos por más de 42.300 euros.
A cambio de que las ayudara, las dos hermanas dejaban en casa de la cajera unos 50 euros por carro robado. Pero, una de las veces que estaba atendiendo a las hermanas, la mujer del dueño del supermercado la sorprendió borrando las líneas de productos que habían pasado por caja. A raíz de esto, la hermana de la cajera, que también trabajaba en el supermercado, le recriminó esta situación irregular, por lo que al final, ésta llamó a las dos mujeres para decirles que no les iba a dejar pasar más carros porque las iban a pillar "por culpa de su hermana".
La llamada provocó el enfado de las dos hermanas, que pretendían seguir con esta práctica, advirtiéndole que, si no lo hacía, les dirían a sus jefes lo que estaba ocurriendo y la despedirían. Como no lo hizo, una de ellas acabó presentándose en el supermercado y mostró un audio de Whatsapp a otra trabajadora en el que la acusada decía textualmente "no te voy a pasar más carros de la compra ni botellas, llevo año y medio haciéndolo y nos van a pillar por mi culpa de mi hermana".
La empleada relató lo ocurrido al dueño del supermercado, y la acusada acabó reconociendo los hechos y fue despedida. Finalmente, ella misma presentó una denuncia ante la Guardia Civil, pero diciendo que había sido víctima de unas amenazas que no han sido acreditadas.
¿A qué se enfrentan?
Actualmente, las dos hermanas se enfrentan a una petición fiscal de dos años y medio de cárcel por estos hechos, así como a la prohibición de acercarse al supermercado, a sus dueños y a comunicarse con ellos, al igual que la otra acusada. El juicio se espera que se celebre del 14 al 16 de septiembre en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada.
