Una plataforma de gas, posible origen de los seísmos entre Tarragona y Castellón

Varios vecinos de las localidades de Tarragona y Castellón se han despertado de madrugada al notar que temblaba su casa. El origen estaba en un terremoto de 4,2 grados en la escala de Ritcher, un seísmo que supera en 3 décimas al de la madrugada anterior, que ya era el mayor registrado desde la década de 1930 en la zona. Los expertos estudian si la causa podría ser una plataforma de gas situada a 22 kilómetros de la costa.

Desde el pasado 26 de septiembre, la empresa mantiene paralizada la actividad por orden del Ministerio de Industria. Aún así, los movimientos sísmicos han continuado. Se trata de la plataforma más grande de España, con un almacén capaz de albergar hasta 1.300 millones de metros cúbicos de gas.

En 25 días se han registrado casi 300 temblores. La empresa que gestiona la planta asegura que fueron ellos los que informaron de los primeros microseísmos y que desde ese momento están trabajando con Industria para investigar la causa.

Unos trescientos vecinos se manifestaron este lunes en Vinaroz. Este martes, la Generalitat Valenciana ha activado el plan de riesgo sísmico en torno a la planta. Sin embargo, Protección Civil de la Generalitat de Cataluña asegura que la actividad sísmica se está produciendo en una falla en el interior del mar frente a la costa del Delta del Ebro y de Castellón, lo que evitaría un sismo de gran magnitud.

"Sin embargo, la zona es de un peligro sísmico no despreciable y, por tanto, tampoco se puede descartar una tendencia al crecimiento en la magnitud de los seísmos. Las herramientas actuales no permiten predecir la tendencia exacta de la serie sísmica, es decir, si se mantendrá o desaparecerá la actividad sísmica en los próximos días", añade el comunicado.

Estos seísmos se producen en el entorno del almacén de gas natural Castor, frente a las costas de Vinaròs (Castellón). El proyecto Castor, con una inversión de 1.200 millones de euros, trata de aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar para suministrar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema.