Galicia

Polémica entre dueños y clientes de un camping y un chiringuito en Barreiros (Lugo): “Tienen la música hasta las cuatro de la madrugada”

Tres patrullas de la Guardia Civil tuvieron que intervenir por una disputa entre clientes de los dos establecimientos el pasado viernes.

Usuarios del Chiringuito A Gaivota

Usuarios del Chiringuito A GaivotaCedida

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El turismo en la zona de A Mariña Lucense parece estar ganando seguidores en los últimos años. Muestra de ello es la proliferación de viviendas turísticas en la zona, así como de establecimientos que, durante la época estival, abren sus puertas para atender al creciente número de turistas.

Muchos vienen a disfrutar de los paisajes gallegos, aunque otros buscan una oferta de ocio que parece no encajar en las inmediaciones de la playa de Coto (Barreiros). Dos establecimientos, separados por unos quince metros de distancia, mantienen abierta una disputa desde el pasado viernes.

Celso Dourado, propietario del camping A Gaivota, nos cuenta su versión: “Llevamos aquí más de 30 años y lo que tenemos que soportar es insufrible”. Se refiere a las disco-fiestas organizadas por un chiringuito próximo, con música sonando “hasta las cuatro de la madrugada”, denuncia Dourado.

Los campistas cortaron la carretera como protesta

A las quejas del propietario se sumó la semana pasada el hartazgo de los clientes: “Llamamos a la Guardia Civil y no vienen, solo lo hicieron cuando los clientes cortaron el tráfico”. Lo hicieron entorno a las 23:30 horas de la noche, con almohadas como símbolo de protesta.

Fue en ese momento cuando tres patrullas se desplazaron hasta el lugar, con el objetivo de apaciguar los ánimos. Una situación, no obstante, que viene de días atrás, según asegura Dourado. De hecho, hace unas semanas, otro grupo de usuarios del camping realizó otro corte espontáneo por el ruido del local.

La alcaldesa de la localidad, Ana Hermida, aseguró entonces que las quejas serán analizadas en base a los hechos que han tenido lugar, pero que no buscarán beneficiar a ninguna de las dos partes.

Mientras tanto, algunos de los clientes afectados, comenta el propietario del camping, han decidido abandonar su estancia por lo que “las pérdidas son incuantificables”. Turistas como Jorge, que lleva treinta años viniendo a esta zona, lamentan la situación: “Están rompiendo nuestra paz”. Otra campista de Madrid asegura que se está planteando regresar el año que viene: “No se te quita el ‘chunda chunda’ de la cabeza”.

Desde el chiringuito se limitan a asegurar que tienen todos los permisos en regla y que no buscan generar polémicas.

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