En la denominada operación “Jaula” han participado 175 agentes de distintas unidades policiales, se ha detenido a 20 personas y se han registrado los siete inmuebles utilizados como puntos de venta por los traficantes. Las viviendas habían sido acorazadas, con innumerables medidas de seguridad y cámaras de vigilancia, para dificultar la acción policial.
Entre las 20 personas detenidas hay 16 hombres y cuatro mujeres de entre 21 y 63 años. En los registros se han incautado más de 3 kilogramos de hachís, 20 dosis de cocaína, 40 de heroína, 35.000 € en efectivo, cinco balanzas de precisión y útiles para manipular las sustancias estupefacientes. Además, se ha intervenido un revólver con abundante munición, una carabina, catanas, espadas modificadas, machetes y varios cuchillos de grandes dimensiones.
En todos los registros practicados los agentes se vieron obligados a emplear la fuerza para acceder a las viviendas, que tenían las puertas reforzadas o acorazadas. En algunos casos existían también fuertes enrejados situados antes o después de la entrada principal para dificultar aún más el acceso. En uno de los inmuebles tenían incluso instalada una cámara de vigilancia