La Policía difunde la imagen de una etiqueta para intentar resolver un crimen en Madrid

'Super Bazar'. Localizar un comercio concreto en la Comunidad de Madrid con ese nombre parece una labor imposible incluso para los agentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Sobre todo si la única pista es una etiqueta demasiado común, demasiado habitual, en el que tan sólo figura el precio, 1.80 euros, y un nombre de comercio muy genérico. Por eso, la Policía ha pedido colaboración ciudadana para localizar ese establecimiento, un dato que “podría ser clave en la investigación de un delito grave”, según detallan en la red social Twitter en la que han hecho esta petición de ayuda.

La Policía evita informar del caso al que corresponde esta pista para evitar interferir en la investigación o dar la alerta a sus autores. Ni siquiera concretan a qué tipo de delito hace referencia. Aunque dejan entrever que una petición así sólo se haría en un caso grave, lo que apunta a un homicidio o un asesinato.

La etiqueta es pequeña, de color anaranjado y bordes redondeados. Aparentemente una etiqueta demasiado genérica y utilizada en centenares de establecimientos. Pero el tipo de letra o los defectos en la impresión del precio pueden servir a los agentes de la Policía Científica para establecer un patrón que les permita determinar a qué establecimiento corresponde, una vez que los ciudadanos aporten etiquetas similares.

Otros casos en los que la Policía pide ayuda

En 2014 la Policía detuvo en Madrid a un histórico atracador, Eduardo Camacho Chacón, después de que un veterano agente reconociera en unas imágenes de la cámara de seguridad de un banco su oreja. El lóbulo de su pabellón auditivo era muy característico. Una oreja permitió entonces detener a toda una banda de atracadores. Una simple etiqueta también puede ayudar a esclarecer un crimen.

No es habitual que Policía y Guardia Civil pidan ayuda ciudadana con pistas concretas de una investigación. Es más frecuente la difusión de imágenes de sospechosos a través de las redes sociales para ayudar en su localización. Hace sólo unas semanas, el Cuerpo Nacional de Policía obtenía autorización judicial para iniciar una campaña de divulgación de la imagen de Antonio Anglés, sospechoso del triple crimen de Alcàsser y fugitivo desde 1992. La Policía le ha dado por muerto en varias ocasiones pero testimonios recientes afirman que habría conseguido bajar de un barco en Dublín (Irlanda).

El Cuerpo Nacional de Policía también difundió, en 2018, otra pista para resolver un crimen. Se trataba de la voz de una persona, a la que se trataba de identificar. Un hombre de 81 años había sido asesinado en Santander y esa persona a la que se buscaba era quien un día después llamó desde una cabina telefónica de Vitoria para informar de la muerte. El “dueño” de esa voz fue detenido gracias a las llamadas de ciudadanos anónimos tras la petición de ayuda.

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