Acoso laboral

Un policía local denuncia que sufre acoso laboral encadenándose frente al ayuntamiento de Santa Brígida

El agente, de 62 años, ha tomado esta medida radical para llamar la atención sobre su situación.

El vídeo del policía encadenado

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Sebastián Trujillo, un veterano policía local con 32 años de servicio en Santa Brígida, decidió este lunes dar un paso que jamás imaginó necesario: encadenarse simbólicamente frente al Ayuntamiento para denunciar lo que considera una situación de acoso laboral insostenible. Portando una pancarta en la que se leía "castigado" por el alcalde José Miguel Bravo de Laguna, el agente de 62 años llamó la atención de vecinos y transeúntes, que lo observaban con incredulidad. "Nunca me había pasado algo así", afirmó visiblemente afectado.

El conflicto comenzó en abril, cuando Trujillo fue acusado de abandonar un servicio y dejar desprotegidas a dos compañeras policías, ambas mujeres. Según relata, estas acusaciones carecen de fundamento y responden a lo que él considera una campaña de descrédito hacia su persona. "Dicen que no protegí a las compañeras, como si ellas, por ser mujeres, no pudieran ejercer sus funciones. Pero nunca estuve desaparecido", explica. Desde entonces, asegura haber sido relegado a un puesto secundario y privado de las funciones de mando que asumía habitualmente por antigüedad, una práctica común en cuerpos con carencias de oficiales.

El agente está desesperado

La situación ha llevado al agente a una baja psicológica, aunque en la actualidad ha retomado su puesto. Sin embargo, su rutina laboral sigue marcada por lo que él define como "humillación constante". "He pasado de liderar turnos a ser el último en la fila, incluso por detrás de policías en prácticas", señala con evidente malestar. Esta degradación en sus funciones no solo afecta a su autoestima profesional, sino que también genera dudas sobre la legalidad de la nueva organización interna de la Policía Local.

Aunque ha intentado agotar todas las vías institucionales, las respuestas han sido insuficientes. Trujillo ha mantenido reuniones con Adríán Camacho, concejal de la Policía, con el teniente alcalde y con el propio alcalde, pero afirma que siempre recibe largas. "Me dicen que lo lleve a los tribunales, pero un contencioso puede durar años, y a mí solo me quedan tres años para jubilarme", comenta con resignación. Ante la falta de soluciones, decidió visibilizar su situación públicamente, con la esperanza de que la presión social contribuya a restaurar su dignidad laboral.

Cuenta con apoyo de sus vecinos

La imagen de Trujillo encadenado frente al consistorio no pasó desapercibida. Durante la grabación del vídeo que acompaña esta noticia, varios vecinos se acercaron para expresarle su apoyo. Su trayectoria profesional y su carácter cercano lo han convertido en una figura respetada en Santa Brígida.

Por su parte, el sindicato CSIF ha lamentado que se haya llegado a este extremo. "Con una actuación diligente y eficaz desde el principio, esta situación podría haberse evitado", señala el organismo en un comunicado.

Es importante destacar que la protesta de Trujillo es de carácter personal y no está vinculada con las reivindicaciones que otros empleados públicos del municipio mantienen ante el Ayuntamiento.

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