El presidente de la Confederación de Hostelería: "La calle no es solo de los vecinos, también de la industria"

Desde la pandemia de coronavirus, las terrazas de bares y restaurantes se han convertido en una vía de escape para el sector hostelero y para los ciudadanos que tenían ganas de salir, pero algunos vecinos se quejan de los ruidos que provocan.

No hay ,de momento, una normativa general y cada municipio impone las suyas. Por ejemplo, en Coruña, las terrazas continuarán después del covid, pero a pocos kilómetros, en Santiago, se terminan y se retirarán a final de año. Los hosteleros pidieron que se ampliara la medida hasta el mes de abril, pero el Gobierno municipal justifica su decisión porque hay una vuelta inminente a la normalidad. Eso sí, garantiza que retomará la medida en caso de cambio o de que empeore la situación.

La situación en otros lugares de España

En Málaga, por ejemplo, se está haciendo un uso ilegal del espacio público para instaurar las terrazas. Sobre todo en el centro histórico, algunos de esos bares han abierto sin tener licencia previa, incluso a la prenda los hosteleros están muy indignados. El Ayuntamiento ha cerrado algunos de esos locales y la Asociación de Hosteleros está en negociaciones con el Consistorio para permitirle dejarle salir.

En Barcelona, la decisión de qué es lo que ocurrirá con la ampliación de las terrazas no está todavía clara. Según los hosteleros, esta medida aportó oxígeno después de meses cerrados y con trabajadores en ERTE. Ahora el Ayuntamiento de Barcelona debe decidir si siguen cediendo estos espacios a bares y restaurantes.

Madrid quiere tener lista antes de 2022 una nueva ordenanza de terrazas. Se establecerán normas como nuevos horarios, la prohibición de fumar y la obligación de instalar estufas. Unas normas que no gustan a todo el mundo.

Entrevista la presidente de la Confederación de Hostelería, José Luis Yzuel

No hay normativa general sobre terrazas

Es el tetris que estamos acostumbrados y en este caso más grave porque las normativas son municipales. Las normas de terrazas son del ámbito municipal y, por lo tanto, en cada ciudad, en cada Ayuntamiento se rigen con las normas que ellos deciden. Es complejo, pero tratamos un poco de decir que se repliquen las normas que permiten ese equilibrio. Yo creo que las terrazas han llegado para quedarse y se pueden ocupar muchos espacios que no se habían ocupado antes del covid. Sin ninguna duda, intentando coordinar y complementar un poco los intereses de todos los vecinos y de viandantes. Tampoco es que la calle sea solamente los vecinos, también es de la industria y del sector hostelero, también los empresarios que trabajan. Hay que conciliar y creo que con buena voluntad se puede.

¿Cómo podríamos conseguir ese equilibrio?

Hay determinados problemas que se arreglan poniendo una doble ventana. Es verdad que hay que tener equilibrio en cuanto a horarios y es verdad que hay que concienciar a nuestros clientes que a determinadas horas no se puede hablar muy alto. Llevamos un montón de tiempo predicando que hay que sacar los coches de las ciudades y no creo que el problema sea ocupar unos pocos aparcamientos. Por lo tanto, se puede equilibrar, y yo creo que vamos a llegar a consensos en muchas capitales. En muchas ciudades se está trabajando y vamos a tratar de replicar en dónde las cosas se hagan con consenso y con sentido común.

¿Es verdad que les cuesta encontrar trabajadores?

Es un problema viejo, es un problema que ya teníamos y que, por la situación que hemos vivido de incertidumbre, no ha hecho más que agravarse. Tenemos muchos deberes por hacer. Tenemos que ser más atractivos como sector para incorporar más gente. Es verdad que esa población se está envejeciendo, que tenemos cada vez menos jóvenes que se incorporan o que se incorporan más tarde.

Yo me acuerdo de niño en fin que trabajábamos desde que sabíamos andar. Para los jóvenes puedan incorporarse, se han hecho mal los planes de formación. Creo que tenemos que trabajar con más con la administración porque tenemos muchos problemas por mejorar. Seguramente tendremos que pagar más en algún caso, pero yo creo que estamos dispuestos a revisar, a trabajar con ahínco para ser más atractivos y que gente se incorpore a este sector. Es un sector que engancha y es un sector que ha generado mucho trabajo para muchos jóvenes. Necesitamos jóvenes que quieren trabajar los fines de semana, en esos tiempos parciales, o amas de casa que necesiten trabajar pocos días a la semana.

La Diputación de Valencia reúne a los alcaldes afectados por la DANA