Publicidad
LAS VÍCTIMAS ERAN ENGAÑADAS CON PROMESAS DE TRABAJO
Prisión sin fianza para dos de los detenidos por confinar y esclavizar a indigentes en A Coruña
Están acusados de delitos de trata de seres humanos, contra la integridad moral, amenazas graves, detención ilegal, robo con violencia o intimidación y a uno de ellos tenencia ilícita de armas. Los detenidos obligaban a personas en situación de especial vulnerabilidad a trabajar contra su voluntad y en régimen de esclavitud.
Dos de los cuatro detenidos por confinar y esclavizar a indigentes en fincas de las afueras de A Coruña han sido enviados a prisión comunicada y sin fianza tras pasar a disposición esta tarde del Juzgado de Instrucción número 6 de la ciudad para declarar por al menos siete delitos.
El juez les imputa los delitos de trata de seres humanos, contra la integridad moral, amenazas graves, detención ilegal, robo con violencia o intimidación y a uno de ellos tenencia ilícita de armas.
Cuatro personas, dos hombres y dos mujeres naturales de España y Portugal y de una misma familia, fueron detenidas por estos hechos, si bien dos de ellas quedaron en libertad en sede policial.
A las puertas de los juzgados ha acudido esta tarde el delegado territorial del pueblo gitano en Galicia, Manuel Gabarri Jiménez, para asegurar que los acusados de estos supuestos secuestros habían llegado a un "acuerdo mutuo" con los indigentes a cambio "de comida, medicinas, un sitio donde dormir y atención".
"Los conocemos, es gente del terreno, toda la vida nos hemos visto en las fiestas, no es gente hostil y nunca hemos visto nada raro en su manera de trabajar", ha apuntado a los periodistas.
En su opinión, todo lo que llevó a las acusaciones de secuestro "era un acuerdo mutuo" a cambio de "comida, medicinas, un sitio donde dormir y atención prestada, ellos les ayudan a recoger palés, a traer cartón y picar leña. Nada del otro mundo. No están obligados a trabajar veinticuatro horas sin comer. Estaban bien atendidos", ha agregado.
Todos podían ir a donde quisieran, ha aseverado, por lo que dice no creer la versión del secuestro. Estos supuestos secuestros se conocieron a principios del pasado mes de febrero, cuando uno de los ancianos pudo denunciar en Cruz Roja, cuando fue a cobrar su paga acompañado por uno de los presuntos captores, que permanecía retenido en un poblado chabolista en las afueras de la ciudad.
Los detenidos obligaban a estas personas en situación de especial vulnerabilidad a trabajar durante jornadas maratonianas construyendo edificaciones ilegales, recogiendo leña o ejerciendo la mendicidad.
Además de estas prácticas esclavistas, tramitaban las solicitudes de prestaciones sociales a las que tenían derecho las víctimas y se apropiaban de todo el dinero que percibían.
Tras la denuncia de este anciano indigente, que estuvo 14 días retenido junto a otras personas en una finca aislada de núcleos de población en la zona rural de Ledoño, se desarrolló un dispositivo, a cargo del Grupo de Delincuencia Organizada y Violenta de la Policía Judicial de A Coruña y la Unidad de Intervención Policial, para registrar el lugar.
Allí, los agentes localizaron a otras dos víctimas, en una finca anexa, que trabajaban contra su voluntad y en régimen de esclavitud. Tras liberar a las dos víctimas y analizar el material intervenido, la Policía descubrió que otras tres personas que habían estado en la misma situación lograron huir en fechas anteriores.
En el momento de los arrestos, hallaron además a otra víctima en uno de los domicilios, que estaba siendo buscada por los investigadores.
Algunas de las víctimas, engañadas con la promesa de trabajar en ferias, recibieron agresiones físicas y amenazas de muerte si intentaban escapar, y durante su estancia, prolongada durante años en varios casos, trabajaban sin remuneración ni contrato construyendo edificaciones ilegales, recogiendo leña y realizando todo tipo de actividades serviles, además de ejercer la mendicidad.
Al terminar el día, eran encerradas bajo llave en barracones y caravanas, privados de condiciones mínimas de higiene. En este operativo han colaborado los servicios municipales de los Ayuntamientos de A Coruña, Culleredo y Muxía, así como Cruz Roja.
Publicidad