No es Marte, pero aquí en la Tierra es lo que más se le parece. Desde hace una semana, las escombreras de las minas de Riotinto en Huelva, ricas en hierro, imitan al planeta rojo para los científicos de la Estación Espacial Europea.
Allí se ensaya una hipotética misión tripulada, con astronauta y robot. Entre las tareas que se están realizando se encuentran la exploración, la recogida de muestras, y por primera vez la comunicación por gestos entre el astronauta y la máquina.
También se prueba el traje espacial. El que sufre dentro de él es Diego Urbina, un ingeniero italo-colombiano que ya hizo otro simulacro en 2011 en Moscú. Estuvo con otros cinco participantes aislado del exterior durante casi año y medio, como lo estarían en Marte.
En definitiva, pruebas para conquistar un sueño que aún no tiene fecha, pero que en Huelva ha dado otro paso.