Fibromialgia
No puede salir de su casa de Alicante por la insolidaridad de sus vecinos: "Me dicen que lo que tengo que hacer es adelgazar"
Mara, que padece fibromialgia, ha solicitado a su comunidad de vecinos que instalen una rampa en su edificio para poder salir y entrar, pero ellos se han negado.
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Mara tiene fibromialgia y desde el año 2020 usa una pequeña 'scooter' para poder moverse. Pero casi no puede salir de casa. El portal tiene un escalón de 13 centímetros que le impide salir por sí misma. Está de alquiler y el propietario ha solicitado que se ponga una rampa, pero la comunidad se niega y encima le insulta. "Mis vecinos dicen que lo que tengo que hacer es adelgazar, que soy una inoportuna, que podría haberlo pedido en otro momento. Que si fuera vital ya lo habrían puesto antes, que no es su problema. Oigo a mis vecinos y lloro", lamenta Mara.
"Mis vecinos dicen que lo que tengo que hacer es adelgazar, que soy una inoportuna"
Cuando tiene que ir a algún medico Mara sale del portal dejando caer la moto por el escalón. Es la tercera moto que tiene que comprar porque de salir así se le rompe. Además, para volver a entrar necesita ayuda. "Para salir de casa tengo que dejar caer la moto y para entrar tengo que esperar a que la Policía pueda venir, pero hay días que no pueden o he esperado 3 o 4 horas en la calle", dice resignada.
Han pedido presupuesto para instalar una rampa que incluso está dispuesta a pagar ella misma de su bolsillo. "Yo solicité una rampa de 350 euros y se negaron. Con el abogado hemos encontrado una más bonita por si era cuestión de estética que vale 770 y tampoco. Somos 18 viviendas. La ley les obliga. Me he ofrecido a pagarlo yo, pero los vecinos dicen que no les da la gana. Me miran con hostilidad".
Hay días que cuando la Policía no ha podido ayudar a Mara a subir el escalón para entrar al zaguán ha estado esperando durante horas. "Me ven en la calle sin poder entrar al portal y ningún vecino me ayuda, solo los del primero que son encantadores. El resto, ni caso. Al revés, me agreden verbalmente” cuenta Mara desde su particular cárcel.
Obligados por ley
Mara ha puesto este caso en manos de un abogado. La ley obliga a que se hagan las obras necesarias para una persona con discapacidad pueda entrar en su casa. Mateo Bas, su abogado, explica que, al ser una vivienda de alquiler, tiene que solicitarlo el propietario, que ya lo ha hecho. "Hicieron una junta de vecinos donde ponía en el orden del día lo de la rampa y dijeron que no procedía. Por unanimidad votaron en contra. Aprobaron hacer una rehabilitación completa del zaguán, pero nosotros no pedíamos eso, porque tarda más. Primero pongámosle una solución, aunque sea provisional".
A la espera de esa solución, Mara sigue sin poder hacer vida normal y depende de la Policía Local para poder entrar a casa.
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