Volcán La Palma

Puerto Naos (La Palma) empieza a recuperar la normalidad más de dos años después de la erupción del volcán

139 familias pueden dormir desde esta semana en sus casas 27 meses después de la erupción del volcán.

Antena 3 Noticias

Publicidad

José Ángel camina por las calles de Puerto Naos (La Palma) con lágrimas en los ojos de la emoción de saber que ya no tendrá que dejar su casa cada noche. Desde ahora puede volver a vivir en su querido pueblo junto al mar. "Es una alegría muy grande, a mí me da la vida este sitio, aquí me crie y crecieron mis hijos", cuenta a Antena 3 Noticias.

No poder vivir en Puerto Naos fue muy duro después de que la lava sepultara su vivienda de Las Manchas. "Me quedé sin mi casa y lo único que tenía era esto, pero como si no existiera, porque no podía venir", relata José Ángel. Este miércoles ha sido uno de los primeros en regresar y de allí ya no se vuelve a marchar más.

En la entrada del pueblo encontramos una caseta de madera donde nos recibe la vigilante de seguridad encargada de controlar el acceso de todo el mundo. Solo pueden entrar los vecinos que tengan un código QR que les autorice, incluso a los propietarios autorizados a volver.

Además, tienen que tener en sus casas un sensor que mida los niveles de CO2 en tiempo real, una información que se envía directamente al CECOPIN, el centro de control insular encargado de la vigilancia de gases y de enviar los datos a los científicos.

"Estoy feliz de haber vuelto"

A Pina la hemos encontrado en su terraza, limpiando: "Queda muchísimo por hacer, pero estoy feliz de haber vuelto". Con una sonrisa en la cara, asegura que es la primera vez que duerme sin pastillas después de muchos meses. Estos más de dos años han sido una tortura para ella porque había muchos problemas para encontrar un alquiler. Tuvo incluso que dejar la isla por un tiempo.

Ahora, de vuelta, asegura que no le dan miedo los gases. En su casa tiene dos medidores, uno del Cabildo y otro del Involcan, el Instituto Volcanológico de Canarias. "Son aparatos muy sensibles y si sube mucho el nivel emite un sonido que no pasa desapercibido. Aquí me siento muy segura porque desde hace meses no supera los 600 ppm (partículas por millón)".

Estos sensores miden la cantidad de dióxido de carbono y en esta zona donde viven tanto José Ángel como ella, los niveles se han estabilizado desde antes del verano. Es lo que ha motivado que los científicos del PEINPAL, el plan de emergencias insular de La Palma, haya autorizado el regreso progresivo de los vecinos.

Es el primer paso para que la normalidad llegue a un pueblo que el volcán quiso sepultar

Publicidad