Huelga basuras
Quema de contenedores y malestar por la huelga del servicio de recogida de la basura en A Coruña: "Nos sentimos olvidados"
Establecimientos y vecinos del centro de la ciudad lamentan las condiciones de insalubridad en las que se encuentran sus barrios.
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Sorteando bolsas de basura y todo tipo de deshechos en las aceras. Así es como estos días muchos vecinos de los barrios de A Coruña transitan por sus calles. Es la consecuencia más visible de la huelga que los servicios de recogida de la ciudad han emprendido y que empieza a generar descontento entre los afectados.
Es el caso de Alba Balsa, presidenta de la Asociación Distrito Mallos y propietaria de un negocio en la peatonal Ángel Senra. Estos días acude a su establecimiento esquivando colectores y escuchando las quejas de otros compañeros: "La gente está harta. No sabemos quién tiene la solución, pero nosotros tenemos toda la legitimidad de no vivir entre basura", denuncia.
Desde hace casi siete días la situación se ha vuelto prácticamente insostenible, sobre todo "para las personas con movilidad reducida", reconoce Balsa, al tiempo que pide una solución "porque ni vecinos ni comerciantes tenemos la culpa de este problema".
Quema de contenedores: "La basura quemada sigue en la calle"
Los vecinos se despertaban en la mañana de este jueves, además, con la noticia de varios contenedores y desperdicios quemados en sus calles. Los bomberos del parque de A Grela tuvieron que intervenir en cuatro fuegos que se registraron con apenas una hora de diferencia. Un vehículo, de hecho, se vio afectado por las llamas.
"Vinieron los bomberos, pero la basura quemada sigue en la calle", reconoce Conchi Cabada, vecina y propietaria de una cafetería en el 23 de la calle Ángel Senra. Como otros coruñeses, denuncia que los servicios de recogida "solo recogen en el centro, pero en los barrios nada".
Olor, ratas y altas temperaturas
En su caso, no puede trabajar en la terraza de su local por el fuerte olor, al estar los contenedores localizados a escasos metros del acceso a su establecimiento. Y a la dificultad para caminar por las calles o para atender terrazas y negocios, se suman más problemáticas.
El olor y las ratas empiezan a preocupar a familias que ya no pueden pasear por sus parques y calles. "Nos sentimos olvidados, pagamos impuestos como el resto de la ciudad pero a nosotros no nos recogen nada", lamenta Conchi.
Vecinas como ella piden al Concello de A Coruña solucione un problema que ahora, con la llegada del verano, puede agravarse: "Estamos en verano, aún no han llegado las temperaturas altas pero, cuando lo hagan, seremos incapaces de respirar en la calle".
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