Aves

¿Queremos aves en nuestras ciudades, cuántas y de qué especies?

Cuando hablamos de la presencia de las aves en nuestros pueblos y ciudades, hay opiniones para todos los gustos, ya que estos animales generan filias y fobias. A pesar de que estas especies cumplen con un papel vital en la cadena natural, la presencia de ciertas razas invasoras y la sobrepoblación de otras, complican la convivencia con los humanos.

¿Queremos aves en nuestras ciudades? y si la respuesta es afirmativa... ¿Cuántas y de qué especies?

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Cuando nos encontramos, por ejemplo, nuestro vehículo cubierto de excrementos de palomas, cuando las gaviotas nos roban al vuelo nuestra tapa en la terraza en una ciudad costera o el ensordecedor graznido de las cotorras argentinas. La verdad es que sí, a veces la presencia de las aves nos enoja. "Que yo tengo unos agujeros por ahí arriba, que yo vivo en la azotea. Las palomasse nos meten por ahí y no veas que días nos dan", comenta una vecina del barrio de Vallecas, en Madrid.

La convivencia a menudo no es fácil con ciertas especies de pájaros

Sin embargo, los expertos abogan por la convivencia por el bien del ser humano. "La presencia de aves es fundamental. Nos avisan de los problemasque hay en las ciudades antes de que nos afecten a nosotros. Por ejemplo, la contaminación o el ruido, y son aves insectívoras. Esa gran cantidad de insectos de los que se alimentan y con los que alimentan a sus polluelos se descontrolarían las poblaciones", afirma Beatriz Sánchez, portavoz de SEO/Birdlife, ONG especializada en el cuidado y el monitoreo de estos animales.

Una presencia que repercute positivamente en nuestra salud: "Salud mental, primero, porque nos aporta una serie de beneficios. A todo el mundo al final le gusta escuchar el canto de los pájaros, o ver los vuelos". "También nos anuncian la llegada de las estaciones o el cambio de las estaciones", añade Beatriz.

Las aves favorecen el equilibrio natural, aportan su canto y nos ayudan a combatir plagas de insectos

Sin embargo, las aves autóctonas se enfrentan a varios retos. Por ejemplo, las cada vez más frecuentes olas de calor. Como para las demás especies, el cambio climático está suponiendo una seria amenaza para las aves que viven en nuestros pueblos y ciudades. Árboles de gran porte como los del vídeo de la parte superior son vitales para que aniden y para que se alimenten, pero también es fundamental que se respeten en los edificios los huecos y los elementos arquitectónicos que muchos de estos animales eligen para vivir.

"Lo que pasa es que ya no hay tejados para que los animales puedan anidar como hacían antiguamente", comenta otro vecino. La buena noticia es el retorno de varias especies a los cauces de los ríos urbanos y o a parques. ¿El secreto? Devolver a la naturaleza las condiciones que un día el ser humano le arrebató.

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