El PP quiere aplazar la entrada en vigor de la ley que acaba con la prevalencia del apellido paterno

El PP en el Senado está dispuesto a buscar un acuerdo con el resto de grupos parlamentarios para aplazar unos meses la entrada en vigor de la ley que establece el fin de la prevalencia del apellido paterno a la hora de inscribir a un hijo recién nacido, cuando no hay acuerdo entre los progenitores.

Así lo han indicado fuentes parlamentarias del Senado que han precisado que el PP busca este acuerdo para evitar que el resto de partidos pueda rechazar posteriormente en el pleno del Congreso una enmienda de los populares aprobada la semana pasada en la Cámara Alta, donde este grupo tiene mayoría absoluta.

Esta enmienda establece una prórroga para la entrada en vigor de la reforma de la ley del Registro Civil, que hace referencia a la inscripción de los apellidos en España. En concreto, la enmienda que planteó el PP establece la entrada en vigor del fin de la prevalencia del apellido paterno el 30 de junio de 2019, cuando inicialmente estaba prevista que lo hiciera el 30 de junio de este año.

Los populares argumentan en su enmienda esta prórroga como consecuencia de la "complejidad y el cambio absoluto respecto al modelo anterior del Registro Civil". Este cambio, a su juicio, "conlleva necesariamente un periodo de implementación, tanto desde el punto de vista estructural y organizativo, a los efectos de medios materiales, provisión de plazas y formación de personal, así como desde el punto de vista tecnológico".

Además, el PP considera que se ha limitado "la viabilidad y se ha reducido de facto el plazo para la puesta en marcha del nuevo modelo de Registro Civil" por la coyuntura política y los sucesivos periodos electorales que han obligado a tener por un largo plazo un Gobierno en funciones.

Según las citadas fuentes, ahora el PP estaría abierto a reducir el tiempo para que la reforma entre en vigor en los próximos meses, y no en 2019 como propuso en su enmienda.

La reforma de la ley del Registro Civil de 2011, y que estaba previsto que entrara en vigor el próximo 30 de junio, señala en su preámbulo que se prescinde "de la histórica prevalencia del apellido paterno frente al materno permitiendo que ambos progenitores sean los que decidan el orden de los apellidos". "En caso de desacuerdo o cuando no se hayan hecho constar los apellidos en la solicitud de inscripción -añade-, el Encargado del Registro Civil requerirá a los progenitores, o a quienes ostenten la representación legal del menor, para que en el plazo máximo de tres días comuniquen el orden de apellidos". Transcurrido ese plazo sin comunicación expresa, el Encargado acordará el orden de los apellidos "atendiendo al interés superior del menor".