La razón por la que el conductor del 4X4 que cruza una calle de Málaga en plena DANA comete una grave imprudencia

"Se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia". Esta fue el polémico y tardío aviso que se envió desde el servicio ES-Alert en la devastadora DANA del pasado 29 de octubre.

Nada se advertía de subirse a zonas altas y ahora, con el paso de los días, se sabe que las casas y los garajes actuaron como auténticas trampas mortales. La mayoría de las 218 víctimas mortales se han localizado en el interior de viviendas (65) y garajes (32), mientras en espacios abiertos el mayor número de fallecidos se han encontrado en campos (24) y calles (21).

Dos semanas después el miedo regresaba al Mediterráneo con una nueva DANA. En esta ocasión la furia de la naturaleza se centró en Málaga y Tarragona, pero aquí sí parecía haberse aprendido la lección. Ahora sí, se alertó a tiempo, se recomendó subir a las plantas superiores, se evacuó población y se suspendieron clases.

En esta segunda DANA afortunadamente no hubo que lamentar pérdidas humanas, aunque sí cuantiosos daños materiales, y pese a todas las precauciones, queremos poner el foco en un vídeo que se ha viralizado y que no deja de ser una gran imprudencia.

En el vídeo se ve cómo un 4X4 parece avanzar con cierta facilidad por la calle inundada. Pero también se observa cómo el propio movimiento del vehículo genera una gran ola, llamada ola de proa, que se ve en las imágenes que es capaz de tirar una moto y de mover varios coches.

Este vídeo pone sobre la mesa dos preguntas. La primera y más importante es ¿se debe conducir un coche en una inundación? Y la segunda es ¿está un 4X4 preparado para circular en estas condiciones adversas?

Empezamos con una respuesta clara y concisa a la primera cuestión. No, nunca se debe circular por una riada, tengas el coche que tengas con el equipamiento que sea. ¿Qué ocurre si se trata de un vehículo de emergencias? Los bomberos, la policía u otros cuerpos de rescate tienen prioridad en las emergencias. A ellos se les permite transitar por zonas inundadas para rescatar vidas, pero incluso en estas ocasiones han de ser extremadamente precavidos para no ponerse en riesgo ni generar un peligro mayor.

La idea original de los vehículos todoterreno o 4X4, como su nombre indica, se pensó para poder circular por caminos no pavimentados y por cualquier clase de superficie. Tienen mayor altura con respecto al suelo y suelen tener dos sistemas de tracción, uno para circular por terrenos pavimentados y otro para terrenos desafiantes. Dentro del equipamiento opcional de estos coches está el snorkel.

El snorkel 4X4 es un dispositivo de admisión de aire que permite que el motor respire un aire más limpio y frío, algo muy indicado en situaciones de polvo o para cruzar cuerpos de agua, ya que evita que entre agua en el motor y se produzca el hidro-lock, o lo que es lo mismo, que el agua entre en los cilindros dejando el motor inutilizado. Pero ojo, porque aunque con el snorkel se proteja al motor, el resto de componentes del coche no están pensados para estas condiciones. Y otra advertencia importante, el snorkel, no impide que se cree la ola de proa.

Pero, ¿qué es la ola de proa? La ola de proa es la que se genera en la parte delantera de una embarcación cuando se aumenta la velocidad. En el caso del todoterreno que se ve en el vídeo, cuando se mueve empuja el agua de la riada hacia adelante, creando en la parte frontal una zona de alta presión que hace el agua se mueva hacia arriba y hacia los lados generando la citada ola de proa. Si la velocidad es mayor, la ola de proa también será más intensa. Cuanto más grande sea el 4X4, mayor será el volumen de agua que desplaza.

Como se ve en el momento que mueve varios coches y tira la moto, esta ola de proa no solo afecta al propio todoterreno, sino que también al entorno y puede generar un efecto arrastre tanto de personas como de objetos.

Un último aspecto a tener en cuenta es que si la ola de proa se da en la parte delantera, en la trasera existen las ondas de estela que, aunque no son tan peligrosas, en convivencia con las otras pueden amplificar el efecto de arrastre.