La condena a la 'Manada de Manresa' por un delito de abuso y no de agresión sexual, genera de nuevo críticas a la ley actual y que está pendiente de reformar.
Según la sentencia, no hubo agresión sexual, porque la víctima estaba inconsciente, "había bebido y se había fumado un porro", y por eso considera que los acusados "no tuvieron que emplear ningún tipo de violencia o intimidación".
Los juristas en contra
La fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas de España ha lamentado que la reforma del Código Penal lleve "en el cajón un tiempo". "Es necesario modificar el Código Penal de manera que se entienda que solamente el sí es sí y que para que exista un consentimiento, éste debe ser prestado de manera libre, consciente y responsable, en toda su extensión y de tal manera que se puedan eliminar las asimetrías existentes entre la realidad jurídica sustentada en el Código Penal y la realidad social sustentada en más de la mitad de la población", asegura Lucía Avilés.
La asociación de Mujeres Juristas Themis reclama que todos los delitos sexuales se aúnen en un solo tipo penal de agresión sexual. “Está claro que urge cambiar la regulación de los tipos penales” dice Manuela Torres, vocal de la asociación.
Los políticos
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se ha limitado a apuntar que el Ejecutivo "no comenta" las sentencias judiciales, pero ha insistido en que la postura del Ejecutivo en torno a la reforma de los delitos sexuales en el Código Penal es "clara". El Gobierno de Pedro Sánchez ha defendido la necesidad de incluir el consentimiento expreso para que si una mujer no dice "sí expresamente", todo lo demás sea 'no'. La ministra ha dicho que esa modificación legal hay que hacerla "cuando se pueda" en el marco del sistema político actual. Una reforma así se tramita mediante un proyecto de Ley Orgánica presentada por el Gobierno, que lo remitirá al Congreso, donde deberá ser aprobado con una mayoría absoluta.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, consider la sentencia "indignante" y que violar por turnos a una menor de 14 años "no es abuso, es violación".
Irene Montero, de Unidas Podemos, también ha transmitido un mensaje de rechazo a través de la red social Twitter. "Amigas, ya sabéis, si habéis bebido no es violación" ironiza y pide un cambio urgente en la legislación "para que nuestra libertad sexual esté asegurada y protegida"
La modificación pendiente
La modificación de los delitos sexuales en el Código Penal quedó en suspenso debido a la falta de actividad parlamentaria derivada del bloqueo político. En ese cambio, propuesto por la Comisión General de Codificación pero que nunca llegó al Parlamento, se pretendía eliminar la figura de "abuso" y considerar violación toda agresión sexual con penetración sin consentimiento. En la actualidad, según el Código Penal, una violación es una agresión sexual con penetración que se produce con violencia o intimidación, circunstancias que no concurren en el abuso. La principal diferencia es que los abusos sexuales están penados con entre uno y tres años de cárcel y, si hay penetración, con entre cuatro y diez años, mientras que las agresiones sexuales se castigan con penas de uno a cinco años y, si hay penetración, la condena es de seis a doce años, hasta quince si se trata de actos grupales, contra personas vulnerables o de forma especialmente degradante.