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EN SANTANDER
Rebajan dos años la condena a un hombre por reconocer que abusó de su hija de 3 años
Los hechos sucedieron durante el verano de 2016, cuando el acusado pidió a su hija de 3 años que le realizara una felación. Ademas de la pena de prisión el fiscal pide una medida de libertad vigilada de diez años tras las salida de prisión y la privación de la patria potestad.
El hombre acusado de abusar sexualmente de su hija de tres años ha reconocido este lunes en el juicio haber pedido a la menor que le realizase una felación, algo que ella realizó por desconocimiento de lo que significaba, y ante ello el fiscal ha rebajado su petición de pena de 12 a 10 años y un día de prisión, condena que la defensa del procesado ha aceptado.
En el juicio celebrado hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, el acusado ha reconocido que un día sin determinar del verano de 2016 pidió a su hija de tres años que le realizara una felación y que la niña lo realizó y ha asegurado que estos hechos "solo" ocurrieron "esa vez".
Reconocidos los hechos por el procesado, que ha declinado hacer uso de su derecho a la última palabra, la Fiscalía ha modificado sus conclusiones y ha interesado su condena a 10 años y un día de cárcel por un delito de abuso sexual a menor de 13 años con la aplicación de la atenuante simple de confesión.
Además de la pena de prisión, el fiscal pide una medida de libertad vigilada de diez años tras la salida de prisión, la privación de la patria potestad durante 17 años, periodo durante el cual también reclama que se le inhabilite para ejercer cualquier profesión en la que pueda mantener contacto con menores, y prohibición de comunicarse o aproximarse a menos de 500 metros durante 20 años.
Por los daños morales a la menor, solicita una indemnización de 15.000 euros. La acusación particular, que ejerce la madre de la niña y aún esposa del acusado aunque se encuentran en trámites de divorcio, se ha adherido a las solicitudes del Ministerio Público, aunque ha reclamado que además se le impongan las costas del proceso judicial.
Por su parte, la defensa ha aceptado las penas solicitadas. En la vista, además del acusado, ha declarado la abuela de la niña, que fue quien tuvo conocimiento de los hechos durante un día en el que estaba con la menor en la piscina y ésta le dijo: "mi papá me deja chuparle el pito".
Tras salir del bloqueo que le produjo que la niña le dijese eso, le preguntó que dónde había pasado eso y le respondió que en el baño de casa. Horas después, cuando el acusado acudió a recoger a la niña tras salir de trabajar, le preguntó por eso que había dicho la pequeña y "no dijo nada", pero instantes después llamó a la niña y le dijo: "eso que has dicho no se dice". La abuela comunicó lo sucedido a su hija y madre de la menor, que en su declaración en el juicio ha indicado que, tras conocer lo que había dicho su hija, le preguntó y me señaló que "papí la dejaba chupar el pito". Ante ello, preguntó a su marido y este lo negó, pero ella no lo dejó estar y acudió con la niña a la pediatra de Urgencias del Hospital de Laredo.
La pediatra también ha declarado en la vista, por videoconferencia, y ha detallado que realizó varias preguntas a la menor sobre temas sexuales que, a su juicio, ella no debía conocer con tres años de edad. "Me dijo que tenían pito los hombres y que a veces estaba blando y otras veces se ponía duro", ha dicho.
De forma similar se pronunció la niña en la entrevista que mantuvo con los psicólogos de la Policía Judicial de la Guardia Civil que, también por videoconferencia, han detallado que la menor se refería a "una conducta inequívocamente sexual" que a su edad "no podía conocer por ninguna otra vía".
Les relató que los hechos habían ocurrido en el baño de la vivienda familiar en donde "el padre la animó a chuparle el pitilín y ella lo hizo", a lo que además añadió, según han contado los agentes, "ella decía que ya no podía más pero su padre la decía que siguiese haciéndolo".
Estos agentes de la Guardia Civil han considerado que el relato de la menor es "creíble" y ha sido "verosímil, coherente y consistente" en todas las declaraciones que ha realizado, una de las cuales ha sido grabada y visualizada a puerta cerrada en el juicio. Para la vista, las partes, tanto las acusaciones como la defensa, habían propuesto como testigos a otros peritos pero, ante la confesión del acusado y la visualización del vídeo con la declaración preconstituida de la menor, han renunciado a ellos.
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