Es un estrecho y peligroso sendero rural situado en el barranco de Ayagaures, en Gran Canaria. Se llama así, camino de los muertos, porque hasta el siglo XIX, ante la falta de carreteras, los fallecidos eran transportados por allí. Para ese último viaje de los finados se usaba siempre el mismo ataúd, unos féretros comunitarios que se utilizaban en muchos pueblos rurales de Canarias.
Es un féretro de finales del siglo XIX que se utilizaba para transportar hasta el cementerio de Tirajana a las personas que fallecían en Ayagaures. No había carretera y tampoco existían funerarias así que gracias a estos ataúdes se podía trasladar a los finados aunque no se hacían con ellos los enterramientos. Luego volvían a almacenarse en esta caverna conocida como cueva de las cajas.
Era obligatorio que todos los vecinos participaran en el traslado de la caja.Tenían que turnarse de dos en dos para avanzar por un estrecho sendero durante horas que hoy es un camino real denominado Camino de los muertos.
Esta tradición funeraria terminó cuando se hizo la carretera hasta Tirajana. La cueva de las cajas, el descansadero de los muertos y la memoria de los mayores del lugar son el recuerdo vivo de esta forma de enterramiento que unía a los antiguos moradores de Ayagaures.