Publicidad
HAY 53 DETENIDOS
Recuperados objetos valorados en más de tres millones de euros procedentes de cientos de robos
La Guardia Civil y la Policía Nacional han recuperado
efectos valorados en más de 3.000.000 de euros procedentes de cientos de robos cometidos
en varias provincias. La operación conjunta culminó con la desarticulación de
un grupo especializado en el asalto de viviendas y naves industriales.
53
personas han sido detenidas y otras 20 están siendo investigadas como presuntas
autoras de multitud de delitos de robo cometidos en las provincias de Ciudad
Real, Toledo, Madrid, Cuenca, Guadalajara, Cáceres, Segovia, León, Valladolid,
Burgos y Palencia. Los arrestados llegaban a recorrer 1.000 kilómetros en una
sola noche para cometer los asaltos, materializado varios hechos en puntos muy
distantes entre sí.
La
investigación se inició tras la comisión de varios robos en la provincia de
Ciudad Real entre los meses de marzo y mayo del pasado año, tanto en empresas
radicadas en polígonos industriales como en domicilios habitados, segundas
viviendas, establecimientos públicos, explotaciones agrícolas y otros lugares.
Los
investigadores descubrieron que los integrantes de esta banda utilizaban
multitud de vehículos, que intercambiaban entre ellos, para dificultar las
labores policiales. Se dividían en seis células para cometer robos con fuerza,
cada una de las cuales actuaba en una de las zonas geográficas en las que
habían dividido el territorio nacional, a las que se unía el aparato de
dirección y blanqueo de capitales y el dedicado a la venta de los objetos
sustraídos.
La dirección estaba formada por cinco personas que se encargaban de la receptación y blanqueo de capitales utilizando para ello testaferros y empresas pantalla. Las células encargadas de cometer los robos variaban en su composición entre los cuatro y diez integrantes dependiendo de la zona de actuación en la que desarrollaban su actividad.
Por
último, un grupo compuesto por doce personas, se encargaba de la distribución
de los objetos sustraídos, que eran vendidos a terceros por receptadores
puntuales o empresas recuperadoras de materiales y en establecimientos de
compraventa de objetos usados. También utilizaban las nuevas tecnologías para
dar salida al producto de sus robos, empleando conocidas páginas web de
compraventa de objetos entre particulares o entre estos y empresas.
Sus integrantes llevaban un alto nivel de vida, sin que
la mayor parte de ellos desarrollara ninguna actividad lícita remunerada,
conduciendo vehículos de alta gama y celebrando continuas fiestas en clubes de
alterne, discotecas a puerta cerrada y otras actividades lúdicas similares.
Publicidad