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En menos de una mes se han incautado temporalmente de miles de teléfonos móviles

El regalo estrella de Navidad trae de cabeza a los profesores

Los teléfonos inteligentes con conexión a internet han enganchado de tal forma a los jóvenes que son pocos los que resisten a la tentación de utilizarlos en clase.

Ya no hablan en clase, pero teclean sin parar. Hay colegios donde los usan tantos alumnos que la conexión wifi se viene abajo. Por eso en los centros están optando por crear una normativa para tratar este tema.

Está terminantemente prohibido usar el terminal en clase. Si el profesor ve al alumno utilizándolo puede requisarlo temporalmente y si reincide se avisa a la familia.

Normas estrictas, pero necesarias, porque también hay quien utiliza su “smartphone” para copiar en clase. Reglas nuevas, para tratar de evitar viejos problemas.

 

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