Los Mossos d'Esquadra han inspeccionado el domicilio en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) de Rosa Peral, la guardia urbana de Barcelona acusada de matar a su expareja junto a un compañero del cuerpo, en busca de restos biológicos del cadáver de la víctima.
Según han informado fuentes jurídicas, la inspección ocular la ha ordenado la juez de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) que investiga la muerte del guardia urbano, cuyo cadáver calcinado fue hallado el pasado mes de mayo en el pantano de Foix. La acusada, que se encuentra en prisión preventiva, se ha desplazado esta mañana a la vivienda junto a los agentes para presenciar la inspección ordenada por el juzgado.
El objetivo de la diligencia acordada por la magistrada es recabar indicios para averiguar si Rosa Peral y Alberto López, acusados del homicidio del urbano, mataron a la víctima en el domicilio del agente y trataron de deshacerse del cadáver en la misma vivienda, antes prenderle fuego y abandonarlo en el interior de un coche en el pantano de Foix.
La diligencia se ha acordado en el marco de una nueva línea de investigación abierta por la juez para averiguar si los acusados trataron de descuartizar el cadáver con una motosierra eléctrica dentro de la vivienda, por lo que buscan restos de salpicaduras de sangre en las paredes de la misma, que fueron pintadas días antes de las detenciones.
Esa hipótesis cobra fuerza a raíz de un mensaje hallado en el teléfono de Rosa Peral, en el que un vecino preguntaba a la agente si estuvo usando una motosierra en su domicilio la noche del 2 a 3 de mayo pasado, un día después del crimen, ya que había escuchado ruidos procedentes de la vivienda.
En el auto en que acuerda la inspección ocular, la juez ordena a los agentes "comprobar más exhaustivamente la existencia de restos de sangre que puedan pertenecer al fallecido" y recuerda que, de acuerdo con las fotografías que obran en la causa, el 15 de abril de 2017 había un sofá contra una pared a medio pintar de color naranja en la casa de Rosa Peral.
Sin embargo, añade la magistrada, el 14 de mayo pasado, cuando tras la detención de la agente se registró por primera vez su vivienda, el sofá había desaparecido y la pared estaba ya pintada de color blanco. Para la juez, este hecho "tiene especial relevancia" si se analiza la conversación que Rosa Peral mantuvo con una persona, a la que pidió una furgoneta para trasladar un sofá el 4 de mayo pasado, tres días después de la muerte de la víctima y antes de que apareciera su cuerpo.
El auto menciona otra conversación de 'chat' del 3 de mayo en que un vecino preguntaba a Rosa Peral si había usado una motosierra, dado que a medianoche le habían despertado ruidos atribuibles a ese tipo de herramienta. Los dos agentes permanecen en prisión preventiva, acusados de haber asesinado a su compañero Pedro R., expareja de Rosa Peral, en un triángulo amoroso.