Reino Unido suspende a una empresa turística por incitar a denunciar intoxicaciones en España

Reino Unido suspende a una empresa británica que incitaba a sus turistas a fingir intoxicaciones alimentarias sufridas en España, una práctica extendida notablemente en los últimos años, especialmente en Baleares.

Sólo en Mallorca, cada año se gestionan 10.000 reclamaciones de este tipo, algo que supone, según el sector, 60 millones de euros en pérdidas.

Algunas denuncias son tan surrealistas que a algunos establecimientos hoteleros les han llegado denuncias por intoxicación alimentaria en su bufé, cuando ni siquiera disponen de él.

La manera de actuar es siempre la misma: mientras disfrutan de sus vacaciones, se topan con unas furgonetas británicas que incitan, en inglés, a denunciar por intoxicaciones que nunca han ocurrido y que incluso cuentan con sus propios abogados de Reino Unido.

Acuden a las farmacias a comprar sin receta las medicinas que supuestamente necesitan para tratarse: una prueba para adjuntar a la futura denuncia .

Pero no solo ocurre mucho en Baleares, sino también en las islas Canarias, cuyos empresarios hosteleros no sólo se quejan de las pérdidas que les suponen las denuncias en falso, sino también de que les ensucian la buena imagen turística proyectada en el exterior.

Reino Unido ha iniciado ahora una batalla contra sus propios turistas patrios, paralizando 3.000 demandas por falsedad y suspendiendo a una empresa que animaba a llevar a cabo esta estafa turística.