Renfe
Renfe investiga la expulsión de 22 niños de un colegio de Barcelona de un AVE por un comportamiento incívico
Renfe ha abierto una investigación interna para estudiar la decisión del interventor que hizo bajar del tren a los 22 niños.
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22 alumnos de un colegio de Cataluña que viajaban este lunes en un tren de Larga Distancia junto a sus monitores fueron obligados a apearse en la estación de Palencia porque, al parecer, causaban escándalo durante el trayecto. Se trata de alumnos y profesores de de la escuela Vilademàger de la Llacuna de Barcelona, según publica El País.
Ahora Renfe ha abierto una investigación interna para estudiar la decisión del interventor que hizo bajar del tren a los 22 niños de entre 9 y 11 años y sus dos monitores de la Escola Vilademager de La Llacuna (Barcelona) después de las quejas de los viajeros por el ruido. Sería la primera ocasión en la que ocurre un suceso así.
Fue sobre la media tarde cuando, tras el comportamiento incívico de los jóvenes, el interventor tomó la decisión de bajar a los menores y sus profesores del tren en la estación de Palencia.
Una despedida de soltero retrasa un AVE
Una sentencia de un juzgado de Madrid ha condenado a once hombres que celebraban una despedida de soltero en un AVE Madrid-Málaga a pagar a Renfe 7.676 euros, 697,82 euros cada uno, por el retraso que provocaron al negarse a abandonar el tren en la estación de Córdoba, después de tener un comportamiento descontrolado en la cafetería del tren.
El Juzgado de Primera Instancia número 43 de Madrid ha estimado la demanda interpuesta por Renfe y condena a estas once personas a abonar a Renfe los 7.676 euros que la empresa tuvo que pagar a 216 viajeros en concepto de indemnización, de acuerdo al Compromiso de Puntualidad de la compañía, por los 23 minutos de retraso con que llegó el AVE a la estación de Málaga.
La sentencia reproduce el escrito de demanda de Renfe, en el que se plasma que el 6 de julio de 2018 los once codemandados, que celebraban una despedida de soltero a bordo de un AVE con origen Madrid y destino Málaga, "alteraron de manera cada vez más intensa el orden dentro del tren, gritando, cantando y golpeando las paredes del tren, haciendo caso omiso de las indicaciones y llamadas de atención del personal de Renfe".
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