Cáncer de vejiga
Le retiran el carnet de conducir a un paciente oncológico después de una operación de vejiga
Ángel no entiende la decisión de la DGT y asegura que "solo quiero realizar pequeños trayectos, desplazarme a mis citas médicas".
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Ángel Abraldes tiene 58 años y más de 30 cotizados. "Trabajé 34 o 35 años demostrables, podría estar jubilado, pero estoy incapacitado", nos cuenta. Ángel trabajaba como transportista, conducía camiones hasta que hace un par de años le diagnosticaron un cáncer de vejiga. Varios meses después de un viacrucis hospitalario, de citas con distintos médicos, análisis y pruebas, comenzó su tratamiento.
"Me dijeron que me darían tres ciclos de quimioterapia, pero finalmente fueron ocho. Después de eso, me explicaron que mi cáncer de vejiga era delicado por la zona donde habían localizado el tumor y que me tendrían que extirpar la vejiga". Las opciones que le daban los médicos eran tres: "El cirujano podía crear una vía para que la orina fluyera desde los riñones y saliera a través de una abertura en el abdomen hasta una bolsa recolectora; otra alternativa era crear un reservorio dentro de la pared abdominal para recolectar la orina, pero debería vaciarlo varias veces al día con una sonda; y la última posibilidad era construir quirúrgicamente una nueva vejiga con una parte del intestino delgado". Esta última opción fue la elegida por los médicos debido a su edad, según nos explica Ángel.
"Lo tragué, me lo comí y traté de seguir adelante". Hasta que un día fue citado en el hospital de Santiago. "No me dijeron para qué. Fui allí, me hicieron una revisión y la médico me explicó que, dada mi situación -perdió el control de la vejiga y se tiene que poner una alarma cada tres horas para evitar pérdidas-, me darían la incapacidad total para trabajar".
Ángel lo tomó con resignación. Sin embargo, la sorpresa llegó hace unos días, cuando recibió una carta certificada de la DGT en la que le comunican la retirada de todos sus carnets. "Yo tenía asumida la retirada del carnet profesional, pero para conducir mi turismo no me siento impedido, al fin y al cabo solo quiero realizar pequeños trayectos, como mucho desplazarme a Santiago, a mis citas médicas, que son 50 km". Una decisión que Ángel asegura no entender. "Conozco personas que han sufrido una parada cardíaca y siguen conduciendo. ¿Por qué yo no puedo?", se pregunta.
Lo que más lamenta Ángel es el cambio que ha dado su vida en tan solo un par de años: "Pasé de ser un héroe en la pandemia, cuando me aplaudían en pleno confinamiento al llevar mercancía en el camión, a no valer para nada".
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Ahora tiene dos meses para reclamar. Deberá presentar a la DGT unas alegaciones acompañadas de un informe médico que acredite sus aptitudes y competencias para conducir.
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