Robaban droga a otros narcotraficantes haciéndose pasar por agentes de la Guardia Civil

La Guardia Civil ha desarticulado en Novelda (Alicante) una banda de narcotraficantes que se abastecía de hachís procedente de Cádiz y de Algeciras y lo transportaba por carretera hasta la provincia de Alicante, Albacete y Murcia.

Una de las peculiaridades de esta banda es que hacía "vuelcos" (robos de dinero y drogas) a otras bandas rivales de la zona utilizando vestimenta similar a la de la Guardia Civil, según un comunicado de la Benemérita. En total, han sido detenidas diez personas (nueve hombres y una mujer, de entre 29 y 55 años y todos de nacionalidad española) y se ha investigado a otra, un hombre de 32 años, por los presuntos delitos de tráfico de drogas, contra la salud pública, blanqueo de capitales y delito de tenencia ilícita de armas.

La operación comenzó el pasado mes de noviembre en Novelda, a raíz de la investigación a un traficante de drogas afincado en la localidad, que distribuía hachís, cocaína y marihuana a otros traficantes de menor escala en Alicante, Murcia y Albacete. Este hombre mantenía "un alto nivel de vida" gracias al blanqueo del dinero procedente del narcotráfico, con el que montó varios negocios en el sector de la alimentación y de la estética, y utilizaba técnicas aprendidas de otros narcotraficantes para evitar a las Fuerzas de Seguridad. Así, para el transporte de la droga utilizaba a personas en situación de desempleo, con pocos recursos económicos y, en su gran mayoría, consumidores de sustancias estupefacientes, quienes llevaban la mercancía desde un punto convenido hasta el destinatario final.

En una primera fase de la operación, la Guardia Civil de Novelda, en colaboración con agentes de la UDyCO de la Policía Nacional de Alicante y de Algeciras, detuvieron a uno de los "correos" a su regreso de la localidad gaditana de Algeciras, junto a otras cinco personas más y un investigado. El vehículo en el que viajaba había sido modificado de forma sofisticada, y ocultaba una caleta accionada por un botón que permitía abrir una falsa puerta en la que se escondían 4,5 kilogramos de hachís, repartidos en 45 tabletas de 100 gramos.