Guerra Rusia-Ucrania

Rosa, madre de acogida de un ucraniano: "Yo querría que se viniera pero él quiere quedarse en las barricadas"

Rosa habla con preocupación, con pena, con angustia, pero también con orgullo por ver cómo sus hijos se están sobreponiendo a la difícil situación en Ucrania.

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Igor Chumak y su hermana Inna son dos de los llamados 'niños de Chernóbil'. Tenían 7 y 11 años la primera vez que llegaron a Vigo para pasar el verano y desde entonces mantienen un fuerte lazo con Galicia y, sobre todo, con Rosa y Pedro, sus padres de acogida.

"Han sufrido mucho a lo largo de su vida, ahora tienen 30 años, sus carreras universitarias, sus vidas hechas, y lo han perdido todo". Rosa habla con preocupación, con pena, con angustia, pero también con orgullo por ver cómo los que para ella son sus hijos se están sobreponiendo a esta situación. "Hablamos a diario con ellos y nos quieren hacer ver que están bien, pero la situación allí es muy dura", asegura.

Inna ha abandonado la ciudad para escapar al campo. "Ella tiene un hijo y ha huido junto con su marido porque quieren protegerlo, pero Igor ha decidido quedarse en la ciudad y ayudar". Tenía la posibilidad de huir pero no quiso hacerlo, este licenciado en empresariales decidió quedarse y trabajar en primera línea de batalla construyendo barricadas para proteger a sus vecinos.

No hay descanso en la retaguardia

En el centro de Kiev, Igor está utilizando los tractores y maquinaria que su empresa empleaba en las obras para construir muros antitanque contra la invasión rusa. Él y sus vecinos se han refugiado en el sótano de su iglesia para evitar los bombardeos.

"Estuvieron aquí en diciembre y les pedimos que se quedaran", nos cuenta Rosa. "Incluso ahora una vez estalló la guerra les dijimos que vinieran, pero él no quiere". Y es que Igor está decidido a quedarse en Ucrania, defender a su país y más aún, trabajar en la reconstrucción.

"Nosotros querríamos tenerlo aquí, pero también sentimos cierto orgullo de cómo está actuando". Pedro, su padre adoptivo, sonríe entre el miedo y la emoción. "Nos preocupa sobre todo su futuro, cuando todo esto acabe ¿qué va a ser de ellos?". Pero estos dos vigueses saben que tienen que respetar su decisión y apoyarle.

"Igor es un líder nato, Ucrania va a necesitar jóvenes como él para la reconstrucción, y estamos seguros de que es un pueblo que sabrá reponerse, pero esto tiene que acabar cuanto antes". Es el deseo de esta familia que nos enseña con orgullo fotos de "sus hijos ucranianos", mientras siguen atentamente las noticias que llegan desde allá con el corazón en un puño.

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