Funcionarios de la cárcel de Brieva (Ávila) han hallado esta mañana muerta en su celda, colgada de un cinturón de tela atado a la ventana, a Rosario Porto, madre de Asunta Basterra, condenada a 18 años por el asesinato de la niña en A Coruña en el caso Asunta.
Fuentes penitenciarias han indicado que en el recuento de la mañana los funcionarios han echado en falta a la reclusa y cuando han acudido a su celda la han encontrado ahorcada. Tras el hallazgo, han avisado al 112 y los servicios de emergencia le han practicado maniobras de reanimación pero solo han podido certificar su muerte.
Rosario Porto tenía toda la celda recogida, incluidas pertenencias, lo que hace pensar que tenía meditada su decisión, según las fuentes. Rosario Porto, abogada, cumplía la pena por el asesinato de su hija adoptiva en el caso Asunta y ya había cumplido 7 años en tres prisiones -A Lama (Pontevedra), Teixeiro (A Coruña) y Brieva (Ávila)-.
Asesinada con grandes dosis de orfidal
Rosario Porto cumplía 18 años de cárcel por el asesinato de su hija adoptiva en el caso Asunta. Los peritos de la investigación realizaron estudios en relación al contenido gástrico, sangre, orina y pelo de la niña.
Además de la alta concentración en sangre de lorazepam -principio activo del Orfidal- que Asunta tenía en el momento de su muerte, los peritos encontraron restos de ésta y otra benzodiacepina -nordiacepam- en el pelo de la menor.
Asunta estuvo sometida a "consumos repetitivos" de estas dos sustancias sedantes durante los meses anteriores a su muerte -entre tres y cuatro- y la administración se produjo en un "periodo prolongado de tiempo" para dejar rastros en el pelo.
No obstante, para los peritos no fue posible determinar ni el periodo concreto de consumo ni la dosis que la niña tomó para producir estos hallazgos.
Por otra parte, y teniendo en cuenta la concentración en sangre de lorazepam en el momento de la muerte, Asunta estaba "gravemente intoxicada" cuando falleció, en un grave estado de "sedación" y con sus "capacidades de defensa muy limitadas".
"Era incapaz de defenderse", explicaron los peritos, que ha recordado que las cantidades halladas -por encima de los 0,50 microgramos por mililitro de sangre- están "en rango tóxico para personas adultas".
El cadáver de la pequeña fue hallado el 22 de septiembre de 2013 en una cuneta del municipio coruñés de Teo, próximo a Santiago de Compostela.
Ya había intentado suicidarse
Ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones. El 12 de noviembre de 2018 se enroscó un cordón alrededor del cuello estando en la ducha y llamó a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo, por lo que los funcionarios acudieron de inmediato y el episodio terminó ahí.
Aunque no quedó acreditado que quisiera acabar con su vida, a partir de ese momento se intensificó el protocolo de prevención de suicidios y se le asignó a otra interna de confianza.
Previamente también había tratado de autolesionarse y el 24 de febrero de 2017 fue ingresada en el hospital tras ingerir un medicamento que tomaba habitualmente por prescripción médica. Precisamente por ello, en los distintos centros penitenciarios por los que ha pasado se le han aplicado protocolos antisuicidio en diversas ocasiones, tres meses en A Lama y tres en Teixeiro.
De hecho en la cárcel de Brieva ha estado en la enfermería acompañada siempre por una reclusa mientras se le aplicaba también dicho protocolo.
Fuentes penitenciarias precisan, no obstante, que no se puede estar aplicando estas medidas de forma indefinida porque supone estar en la enfermería la mayor parte del tiempo además de un castigo añadido a la propia privación de libertad.