El ministro de Sanidad y Consumo, Salvador Illa, ha anunciado que se van a realizar pruebas diagnosticas para la detección del coronavirus "a todos los casos sospechosos con cualquier tipo de sintomatología, incluidos los leves".
El Gobierno insiste en que nos quedan "tiempos difíciles". Y que ahora la prioridad es detectar, de manera precoz, qué personas están infectadas para evitar más contagios por coronavirus.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado que no va a dejar a nadie con síntomas sin diagnosticar. Illa dice que "se van a hacer pruebas diagnósticas para detección de Covid-19 a todos los sospechosos".
Asegura el ministro que en esta nueva fase de la desescalada en España hay que aumentar capacidad de detección de sospechosos y sus contactos estrechos para evitar nuevos contagios.
No ha aclarado el ministro el procedimiento que se va a seguir aunque se estudian aplicaciones móviles y preparación de rastreadores como en otros países que ya tienen planes en marcha.
La importancia de rastrear los casos en la desescalada
Fernando Simón, el director de Alertas Sanitarias, ya ha advertido estos días que el objetivo es la detección precoz para localizar casos con síntomas de coronavirus. Es imprescindible "si queremos pasar a esa fase en la que no haya transmisión o sea muy poca" ha dicho porque considera primordial eliminar los contactos de riesgo.
En España podrían hacer falta hasta 13.500 rastreadores
Hay países que están siguiendo la fórmula de 30 rastreadores de contactos por cada 100.000 habitantes. En ese caso España necesita 13.500 rastreadores. Los científicos coinciden en que son imprescindibles en la desescalada del coronavirus. Su papel es seguir los posibles contagios que rodean a cada caso positivo.
Otros países ya tienen en marcha planes de rastreo de contactos
Sólo en el estado de Nueva York, en Estados Unidos, están entrenando a 17.000 personas. En Reino Unido la cifra puede llegar a 20.000. Habrá también rastreadores en Bégica y en Alemania y ya los hay en Singapur, Taiwán, China o Corea del Sur.
El objetivo es culminar la desescalada del coronavirus con seguridad y evitar cualquier nuevo brote mistras no exista una vacuna o antivirales para tratar a los enfermos que eviten nuevos picos de muertes y el colapso de los hospitales en otoño.