Navidad
Santiago de Compostela acoge su tradicional cena solidaria: "No sé si es egoísmo, pero aquí recargo las pilas para todo el año"
La asociación Paluso celebra esta cena desde hace 30 años y a ella acuden gente sin recursos o que no tiene con quien celebrar estas fechas.
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Desde hace semanas, la asociación Paluso está organizando su tradicional cena solidaria en la Alameda de Santiago. Es su trigésima edición y, de hecho, no pararon ni en la pandemia. En el 2020 acudieron menos personas, sentadas con mucha separación y con mucha vigilancia en la higiene del lugar, pero se hizo.
Preguntarle a la presidenta de Paluso y principal organizadora, Chus Iglesias, por el origen de esta iniciativa, es sinónimo de emocionarse: "Empezamos porque hace 30 años nos faltó una silla en la mesa de Navidad y, a pesar de estar rodeados de más gente en estas fechas, nos sentíamos muy solos". Así, decidieron que ellos harían una cena que acogiese a los que vivían situaciones como la suya y que, entonces, nunca más se sentirían solos ni ellos ni nadie en estas circunstancias. "Esto engancha, la gente repite", explica.
A la cena acuden personas sin recursos y también peregrinos, además de aquellas que, por distintas circunstancias, se ven obligados a pasar las fechas solos. "Pero aquí somos una gran familia", añade. De hecho, esta tarde de Nochebuena todavía algunos peregrinos se acercaron preguntando si se podían inscribir. Sin dudar, les hicieron un hueco, alcanzando una cifra de comensales por encima de los 200.
Allí cenarán un estupendo menú completo con mejillones, almejas, langostinos o el clásico bacalao con coliflor. De postre, panetonne, entre otros. Para beber, champán sin alcohol para todos.
Este año, esta celebración es un poco diferente. El germen de la iniciativa nace de Chus y su marido y él, por cuestiones de salud, no puede participar este año. "Mañana voy a estar en llamada con él para que me refresque cómo hace el chocolate para los churros", explica Chus, ya que es su marido quien todos los años hace la chocolatada del día 25, cuando también entregan regalos a los niños y niñas, ayudados por los bomberos, que adoptan un papel de duendes de Navidad.
Los voluntarios
Para organizar toda esta fiesta se necesitan entre 15 y 20 voluntarios. Javier lleva siete años participando y es claro con su motivo: "Cuando llego a casa después de esto estoy levitando". "Ya no sé si vengo por ellos o por mí, no sé si es egoísmo, pero es que aquí recargo pilas para todo el año que viene", añade mientras pone a punto unos mejillones que forman parte del menú.
Él y otras dos chicas explican que no escuchan tantos "gracias" ni tanta educación en cualquier otro sitio y que es muy emotivo y gratificante participar en la organización de los preparativos y en la propia cena.
Un año con menos donaciones
La cena de Paluso es gratis para sus comensales, pero para ello precisan de donaciones, ya que, aunque al principio fueron Chus y su marido los que sufragaron todos los gastos, a partir de 2009 requirieron de ayuda y apoyo social para su iniciativa. En este sentido, este año precisamente, la presidenta de la asociación ha detectado un descenso en las ayudas y puntos de donaciones habituales.
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