Este 10 de marzo se cumplen 14 años desde la desaparición de Yeremi Vargas. Tenía siete años y nunca más se ha sabido nada de él. La investigación acumula folios, interrogatorios, indicios pero nada concluyente. Antena 3 Noticias ha hablado con la madre de Yeremi que confía en reabrir el caso.
La misteriosa desaparición de Yéremi
Hoy se cumplen 14 años desde que el pequeño de Vecindario, en Gran Canaria, desapareció a pocos metros de su casa mientras jugaba con sus primos. Yeremi Vargas, de sólo siete años, desaparecía de su casa en Vecindario, Gran Canaria, sin dejar rastro. Jugaba con sus primos en un solar a escasos metros de su casa.
La familia llamó a los niños para que entraran a comer, pero él no entró. Alguien se lo había llevado. Su madre y sus abuelos han repasado esta secuencia miles de veces: quién estaba en la calle, qué hizo cada uno, qué tardaron los niños en entrar…"Cada vez que pasa un año más pesa más", confiesa su madre, Ithaysa Suarez, a Antena 3 Noticias, "se acerca la hora, recuerdo que quedaban dos minutos para las dos menos diez, y sentimos un peso en el pecho". Porque desde entonces no tienen ni una pista sobre el paradero del niño.
El único sospechoso hasta ahora
Sí tienen un sospechoso, Antonio Ojeda “El Rubio”, que fue interrogado y que estuvo en prisión hasta el año pasado, por un delito de abusos sexuales contra otro menor. El caso por su presunta implicación en la desaparición de Yeremi se desestimó y ahora la familia lucha por su reapertura. Ithaysa nos cuenta que su abogado ha podido recabar nuevas pruebas contra él, “yo creo que ahora sí se va a reabrir con fuerza”, de hecho esperan que esto se produzca antes de un mes.
Porque en estos momentos, “El Rubio” está en la calle, tras haber cumplido su condena y el temor de la familia del pequeño es cruzarse con él. “Gracias a Dios no me lo he encontrado”, confiesa la madre, aseguran que sería terrible pasar por esa situación.
Yeremi tendría ya 21 años
Como terrible está siendo ver cómo pasan los años sin saber qué ocurrió y dónde se encuentra Yeremi. “Yo pienso que mi hijo con vida ya no está”, nos dice con asombrosa entereza, y ahora les toca luchar para hacerle justicia, para que sus hermanos pequeños vivan seguros y sin miedo y para poder cerrar un duelo que hoy todavía no les deja dormir.