Las fotos de la secuestradora de Basurto con el bebé tras raptarle en el hospital, fingiendo que era su hijo

El País Vasco sigue profundamente conmocionado por el rapto de un bebé recién nacido en el hospital de Basurto. Aunque la historia tuvo un final feliz y el niño pudo regresar sano y salvo con sus padres, nadie entiende cómo fue posible que la secuestradora se hiciera pasar por una enfermera, sin que nadie la interceptara, y consiguiera llevarse al bebé. Ahora, han salido a la luz nuevos datos que muestran que la mujer padece problemas mentales, por los cuales ella ya ha pedido ingresar voluntariamente en un hospital psiquiátrico, decidida a sanar sus dolencias.

Concretamente, han sido varias fotografías las que han mostrado hasta dónde llegó su mentira. Poco después de raptar al niño, la secuestradora acudió a casa de una amiga, dijo que ya había dado a luz y se hizo varias fotos con el bebé. Engañó a todo si entorno, fingiendo estar embarazada, y consiguió, a través del rapto, que se creyera que era su hijo. El niño, llamado Aimar, fue encontrado a la mañana siguiente en el felpudo de una casa donde la secuestradora le dejó voluntariamente. Los dueños de la casa quedaron impresionados al descubrir al bebé allí.

Una vez que el pequeño regresó junto a sus padres, la secuestradora fue detenida por las autoridades, mostrándose que parecía tener problemas mentales, y que no lo había hecho intencionadamente, ni con la pretensión de herir al bebé. Una vez pasado el susto, la indignación es profunda, porque la justicia ha decidido dejarla provisionalmente en libertad. Los padres no dan crédito y se muestran muy preocupados por la posibilidad de que algo similar pueda ocurrir en el futuro a otras personas, más aún después del monumental susto que se llevaron ellos.

El padre del niño, emocionado tras recuperar a su bebé

La primera entrevista concedida por el padre de Aimar, el niño secuestrado, fue en 'Espejo Público'. Allí, se emocionó en más de una ocasión, puesto que había vivido un aluvión de sentimientos en apenas unas pocas horas: de la felicidad, pasó a la ansiedad, y de la ansiedad, pasó al éxtasis cuando supo que su niño estaba bien. Dijo que no desea ningún mal a la secuestradora, puesto que solo quiere se recupere, y que se tomen medidas para evitar que un caso de esta índole vuelva a producirse, y pueda terminar con un final mucho peor.

Son muchas las incógnitas que aún prevalecen en este caso, por lo que las autoridades continúan investigando para tratar de averiguar cómo fue posible que entrara en el hospital y raptara al niño sin ser vista, o cómo consiguió acceder a la planta donde se encontraban los bebés sin que nadie se percatara. Por ahora, los padres ya tienen la mejor noticia posible, y es que tanto el pequeño Aimar como su madre están bien, y ambos, junto a su padre, ya están de vuelta en casa, decididos a vivir con la felicidad merecida tras un aterrador momento que, afortunadamente, quedó en eso.

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