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TRAS EL ACCIDENTE EN ELCHE

La seguridad de la pirotecnia, a prueba en San Sebastián

El Ayuntamiento de Elche y los servicios de emergencia dicen que lo ocurrido en la Nit de l'Alba fue un "trágico accidente" y aseguran que se cumplieron todas las medidas de seguridad. La ley es estricta. Lo hemos comprobado en la preparación de los fuegos artificiales de la Semana Grande de San Sebastián.

Lo que a 200 metros es un gran espectáculo, en el lugar de la acción requiere un minucioso trabajo. Desde la inclinación de las lanzaderas hasta la colocación de la carga explosiva, todo está calculado al milímetro para que los fuegos artificiales, además de un espectáculo vistoso, sean seguros.

Cada ciudad marca unas medidas de prevención. En San Sebastián, el radio se seguridad es de 165 metros y las lanzaderas se colocan a 20 grados sobre el mar. Cuatro horas antes del lanzamiento, se comprueban los cables uno a uno. Cada cañón va conectado electrónicamente a una base que recibe la señal de detonación por radiofrecuencia.

Los sacos de arena amortiguan el disparo y evitan que las lanzaderas se muevan. Cada tubo va protegido por capas para que no caigan residuos del detonador. Todo está pensado para que los profesionales de la pirotecnia den espectáculo con garantías de seguridad y que el público pueda disfrutarlo sin peligro.

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