Barcelona

Una semana de disturbios tras un intento de ocupación en Mataró: estas son las claves del problema

Desde la Generalitat niegan que se haya producido "violencia policial".

Agentes de los Mossos custodian la comisaria en Girona

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La consellera de Interior, Núria Parlon, ha negado que haya "violencia policial" en Mataró donde desde el pasado 9 de abril se suceden altercados nocturnos constantes después de que los Mossos frustraran un intento de ocupación de un piso. Además, ha defendido la "contundencia" ante quienes, en unos "hechos aislados", se han saltado las "líneas rojas". Así lo ha afirmado Parlon en declaraciones tras la reunión que mantuvo con David Bote, alcalde de Mataró, en la comisaría de los Mossos d´Esquadra de la capital del Maresme.

Parlon reconoce que han sido "días complicados" y ha explicado que lo ocurrido en el barrio, con varios jóvenes y menores detenidos por los altercados y el vandalismo, ha provocado que los agentes hayan tenido que actuar con "contundencia" ya que "se han cruzado líneas rojas que no se pueden permitir".

Cuando se dan estas circunstancias, que según Parlon son "hechos aislados", se tienen que combatir "con toda la fuerza de la ley, con la contundencia que requiere", y asegura que Mataró es una ciudad que trabaja para las oportunidades de sus vecinos: "Frente a estas circunstancias es muy importante que quede claro que las oportunidades están para todo el mundo. Pero las normas también se han de cumplir", ha insistido la alcaldesa, que ha mostrado su apoyo al alcalde, a los Mossos y a la Policía Local.

Parlon, que ha subrayado que hay que evitar que se vuelvan a producir incidentes como los de las últimas noches, ha reivindicado que los Mossos trabajan con "profesionalidad" y "al servicio de la ciudadanía" de Mataró, activando también su unidad de mediación y apoyo a los distintos colectivos de la población. En esta línea, ha sido tajante al desmentir "la asociación que algunos quieren hacer cuando se producen incidentes intolerables", en referencia a que el detonante de los disturbios haya sido la violencia policial. "No hay violencia policial, la policía actúa cuando es necesario", ha zanjado la consellera, que ha apuntado que los Mossos "estarán siempre al lado de los vecinos de Mataró para garantizar la convivencia y la cohesión social".

Sobre la decena de detenciones de las últimas noches, en su mayoría de jóvenes, Parlon ha señalado que el Ayuntamiento tiene recursos ocupacionales, sociales y de acompañamiento, para hacer ver a las nuevas generaciones que "la rabia se debe canalizar siempre en sentido positivo, no negativo". Según la consellera, los incidentes de las últimas noches, en los que se han producido quemas de contenedores, son hechos aislados, y considera que lo único que se ha normalizado en Mataró es que los jóvenes tienen oportunidades. Por este motivo, considera un error asociar "determinadas conductas aisladas que no se pueden tolerar", como los incidentes de las últimas noches, con el conjunto de la población joven de Mataró: "Nada más lejos de la realidad".

Origen de los disturbios

Los altercados comenzaron a raíz de un intento de ocupación. Dos jóvenes intentaron entrar en un piso en los bajos del número 64 de la calle València pero los Mossos d´Esquadra, junto con la Policía Local de Mataró, frustraron el intento. Sobre las 20:00 horas del mismo día, uno de los okupas que había entrado al domicilio saltó por el balcón y fue reducido y detenido por la policía catalana. Esa misma noche ardieron seis contenedores y papeleras en respuestas a la actuación policial.

Debido a este suceso, los Mossos anunciaron que reforzarían la presencia en el barrio durante dos semanas con unidades ARRO ( Área Regional de Recursos Operativos) y patrullas conjuntas con la Policía Local y, desde el anuncio, los altercados se suceden prácticamente cada noche y han dejado una treintena de contenedores calcinados y prácticamente una decena de detenidos, muchos de ellos, vecinos muy jóvenes, incluso menores de edad.

Lunes 14: el altercado más grave

Los días fueron pasando y la situación en el barrio continuaba agravándose hasta que llegó la noche del lunes 14. Los bomberos recibieron una alerta a las 20:15 acerca de un contenedor quemado. Fuentes policiales aseguran que un grupo de encapuchados comenzó a arrojar objetos contra los efectivos del Cuerpo de Bomberos que procuraba extinguir el incendio, lo que obligó a los agentes de la policía a intervenir. Unas sesenta personas recibieron a los agentes lanzándoles "huevos o mandarinas".

El Sindicat d´Habitatge de Mataró criticaba días antes del incidente la fuerte presencia policial en el barrio y hablaba de "un ambiente de excepción policial" en el que "de noche, cualquier joven racializado en la calle es parado e identificado". Además, los activistas por la vivienda declaraban ante la prensa que ya hacía tiempo que la situación estaba "muy caldeada" y "a punto de estallar".

Más problema social que de orden público

El barrio de Cerdanyola es el más pobre de Mataró, con una renta media de 8.275 euros por persona en la zona sur, y la decimotercera más pobre de todo Cataluña, según el Idescat. Mientras los precios de la vivienda siguen creciendo, una parte de los vecinos se sienten excluidos por el sistema. De hecho, fuentes policiales locales afirman que el origen de la delicada situación que se vive en el barrio responde a un problema social y comunitario, más que a uno de orden público.

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