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Dicen que nunca llueve a gusto de todos. En Semana Santo, lo cierto es que no llueve a gusto de nadie. Decenas de procesiones se han suspendido en la jornada del Martes Santo debido a las lluvias que se extienden de norte a sur de la península. En Zamora, finalmente se salvaron del chaparrón y los nazarenos pudieron salir con faroles acompañando al Vía Crucis. La procesión ha desafiado a la lluvía y el mal tiempo no ha podido estropear una de las procesiones más emotivas de la Semana Santa zamorana. Alumbrados por los faroles, los cofrades han conducido a la Virgen de la Esperanza y a su hijo Jesús El Nazareno en las 14 estaciones para después reunirlos en el Puente Románico sobre el río Duero.
En Andalucía ha habido menos suerte. No ha brillado el sol en Sevilla y la lluvia ha impedido que desfilaran una tras otra las procesiones dispuestas para la jornada de Martes Santo. La Hermandad del Dulce Nombre salió pero finalmente se tuvo que dar la vuelta. Las 7 cofradías restantes han preferido no desafiar al mal tiempo.
Tristeza y decepción.
En Málaga la Cofradía de las Penas no ha podido sacar al Señor de la Agonía más allá de un centenar de metros del templo. Los cofrades empañaban con lágrimas una jornada con la que habían estado soñando todo un año, aunque muchos de ellos declaraban que preferían que las 'imágenes' permanecieran cubiertas para que no sufrieran daños por la lluvia. Esta Semana Santa, los faroles y estandartes, se cambian por paraguas.
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