Maltrato animal

El Seprona investiga a un hombre por abandonar a un poni que se quedó ciego en su finca de Firgas en Gran Canaria

El Seprona tuvo conocimiento -a través de la colaboración ciudadana- del abandono del poni. El animal estaba ciego debido a las zonas cortantes sin protecciones en el establo. No tenía ni comida, ni agua.

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Las investigaciones se iniciaron el pasado día 23 de julio, cuando el Seprona tuvo conocimiento a través de la colaboración ciudadana del abandono de un poni en una finca ubicada en las cercanías del municipio de Firgas.

Delito de abandono de animales

La Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de Santa María de Guía, ha procedido el pasado día 30 de julio a la investigación del dueño de un poni como presunto autor de un delito de abandono de animales recogido en el Art 337 bis del código penal al tener al animal en una finca ubicada en el municipio de Firgas sin contar con las condiciones mínimas en cuanto a su alimentación y sustento con una situación de abandono en unas instalaciones lamentables.

Sin agua y sin comida

De inmediato, la Guardia Civil en colaboración con el Ayuntamiento de Firgas ejecutando una inspección con una veterinaria perteneciente al colegio de veterinarios de Las Palmas, localizando la ubicación de la finca y verificando que el animal carecía de agua y comida, teniendo el SEPRONA que darle agua limpia con la colaboración de los vecinos.

El animal estaba en condiciones de abandono y en unas instalaciones deplorables y sin cumplir las medidas de higiene y seguridad, con condiciones de habitabilidad inadmisibles por las altas temperaturas de la época estival .

Se ha quedado ciego porque había zonas cortantes en el establo

El poni tiene ceguera debido a zonas cortantes en los cerramientos como en el comedero, ya que el animal al intentar caminar se rozaba con estas superficies que no tenían protecciones de ningún tipo. Por último, el habitáculo aparecía con gran cantidad de excrementos del animal y suciedad al no llevar un cuidado adecuado. Esta situación alertó a los vecinos que incluso lanzaban comida al animal.

En consecuencia, la Guardia Civil comenzó los trámites policiales oportunos para averiguar la identidad del propietario del animal, dando como resultado la identificación de un hombre de 43 años de edad vecino de Firgas, sin antecedentes policiales en relación al maltrato animal.

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