Sequía

La sequía pone en jaque a las explotaciones ganaderas de La Rioja: "Esto es una ruina"

La ausencia de pasto obliga a alimentar el ganado con unos piensos cada vez más caros. Se esperan importantes pérdidas

Los ganaderos de toda España tienen dificultades para alimentar a sus animales

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El ganadero de Viguera, Jesús Rodríguez, contempla impotente el estado de su terreno. Asegura que debería parecer un jardín con la hierba alcanzando los diez centímetros y, sin embargo, está todo seco. "Es mala hierba", dice.

Su tío, Miguel Ángel Rodríguez, afirma que a sus ochenta años no había vivido nunca una sequía semejante.

Sin pasto para sus vacas tienen que alimentarlas con paja y pienso compuesto, pero del primero apenas hay. Cuentan que aunque quisieran comprar no encuentran, y el que encuentran es extremadamente costoso.

No pueden hacer frente a los gastos

Francisco Jalón, de la Ganadería Ángel Jalón e Hijos, reconoce que paga hasta un 40% más que otros años. En este sentido, Jesús añade que pagando las cantidades actuales el trabajo no les sale rentable. De hecho, en su caso prevé que este va a ser el segundo año en pérdidas.

La ausencia de pasto tiene efectos negativos en los animales. Así, los ganaderos indican que una vaca debería pesar cien kilos más, y en el caso del semental esa cifra tendría que ascender hasta los 150 kilos.

En la explotación de Francisco ya han reducido el número de cabezas cerca de un 20% y piensan llegar a reducirla hasta un 40% en los próximos meses. Ante esta situación, los ganaderos coinciden en que no queda otra que "quitar" animales para ser rentables.

Están desesperados porque aseguran que sin ayudas muchas explotaciones ganaderas tendrán que cerrar. Llegados a este punto reclaman que se subvencionen los piensos y que les paguen más por la carne. "Esto es una ruina", lamenta Miguel Ángel.

Francisco por su parte explica que es triste trabajar 365 días al año y no ser capaces de obtener dinero suficiente para sacar adelante una familia.

La Agencia Estatal de Meteorología ya ha confirmado que el mes de abril es el más seco desde que hay registros históricos. Por eso, si no llueve pronto, y en abundancia, ver una vaca pastando será tan difícil como verla volando.

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