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ASEGURA UNA DE LAS INMIGRANTES SUPERVIVIENTES

"Ha sido muy duro, ahora sólo espero tener algo bueno para cuidar de mi pequeño"

Centenares de inmigrantes se concentran en los dos hospitales de campaña que se han instalado en Tarifa. Desde allí cuentan el motivo que les ha empujado a cruzar el Estrecho. Todos ellos comparten un mismo propósito, luchar por un futuro mejor.

La situación en Tarifa es tranquila, este jueves no ha llegado ninguna embarcación de inmigrantes al puerto, sin embargo en los dos hospitales de campaña instalados, se trabaja a destajo para atender a un grupo numeroso de inmigrantes, todos ellos con historias humanas a sus espaldas y con el sueño en común de alcanzar Europa.

Es el caso de Osama de 62 años, de Benin, viajaba en una de las lanchas ahora desinfladas. Ha sido su primer intento y lo ha conseguido. Su rostro extraña entre una multitud de jóvenes y niños. Osama llevaba un año viviendo en Tánger a la espera de una oportunidad de cruzar el Estrecho, ahora su sueño es encontrar un trabajo para ayudar a sus cinco hijos y a sus nietos que se han quedado allí.

Un caso parecido es el de Esther y Coolice, una pareja que ha viajado con su bebé se siete meses en una barca a remo durante diez horas. Los tres salieron de Camerún junto a centenares de inmigrantes en busca de un futuro y por la tanto de una vida mejor.  "Ha sido muy duro, muy duro. Sólo espero tener algo bueno el día de mañana para poder cuidar de mi pequeño, sólo eso", cuenta emocionada Esther Asonganyi.

Hasta el centro de la cruz roja llegan muchos voluntarios para ayudar, ya sea para servir de intérprete entre inmigrantes y servicio médico o para entretener a los pequeños que han logrado sobrevivir a esta dura experiencia.

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