Siete de cada diez enfermos de coronavirus sufren algún tipo de secuela, física o psicológica. Son las estimaciones del Hospital Gregorio Marañón, donde los médicos diagnostican a diario dolencias relacionadas con la pandemia.
Carmen es una de las personas a la que la UCI le salvó la vida, pero le han quedado secuelas que le obligan a seguir ingresada. "Creía que me iba a ir a casa, pero la vida me ha demostrado que todavía no es momento", explica ella misma. Le hicieron una traqueotomía, sufre un trombo en la pierna y ha perdido movilidad.
Después de diez semanas en el hospital, todavía no puede comer ni vestirse ni caminar sola. El fisioterapeuta Carlos Díaz le enseña a volver a caminar y María García le ayuda con otras tareas cotidianas, como abrochar botones o peinarse.
María García, terapeuta ocupacional, explica que el objetivo es que pacientes como Carmen recuperen la movilidad y la autonomía. Como ella, un 70% de los pacientes tiene algún tipo de secuela, por lo que es fundamental empezar con la recuperación en la UVI, continuarlo en planta y hacer un seguimiento desde los ambulatorios y consultas externas.
"Se han visto al borde de la muerte, y el ver que van saliendo y vas todos los días ayudándoles en ese paso
Esto demuestra que una cosa es ganar la batalla al coronavirus y otra recuperar la vida normal.