Solo 160 personas vuelven a casa de los más de 6.000 evacuados por el volcán de La Palma

Tras unas horas de calma, el volcán de La Palma ha vuelto a registrar una gran columna de cenizas, acompañada de algunas explosiones que se han podido escuchar a kilómetros de distancia. Además, los expertos indican que las lenguas de lava ya se encuentra a menos de 1 kilómetro de distancia de la costa y podrían llegar al mar este lunes.

Por ello, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) ha ordenado el confinamiento de varios núcleos poblacionales del municipio de Tazacorte. Mientras, vecinos de otros municipios han podido regresar a sus casas.

160 vecinos vuelven a sus casas

Vecinos de Tafuya y Tacande han conseguido por fin volver a sus casas porque ya no hay movimientos sísmicos en su área y, de momento, no hay peligro para ellos.

"Vamos a ver como se comporta, si vuelvo a tener miedo me vuelvo a ir", señala una vecina. Como ella, 160 personas han regresado ya a sus hogares con una mezcla de miedo y alegría porque pensaban que nunca podrían regresar. Apuntan que lo primero que han hecho ha sido limpiar las cenizas de sus viviendas.

Todavía quedan 6.000 desalojados

Sin embargo, quedan alrededor de 6.000 desalojados en La Palma, sobre todo vecinos de Todoque y La Laguna, que actualmente todavía están evacuados. Los ciudadanos que aún siguen desalojados pertenecen a las zonas más cercanas a la lava y a los lugares que han desaparecido bajo esta.

Por su parte, los vecinos de los barrios Marina Alta, Marina Baja y San Borondón están confinados, ya que se encuentran muy cerca de donde podría llegar la lava al mar en el municipio de Tazacorte.

Cómo protegerse de las cenizas

Las autoridades siguen recomendando usar máscarilla FFP2, gafas de protección ycubrirse la piel con prendas de ropa y gorra por la presencia de ceniza. Por otro lado, algunos ciudadanos han optado por utilizar máquinas para quitar la ceniza de sus viviendas, ya que dicen que con el sistema tradicional es insuficiente.

Asimismo, el peligro de dejar que la ceniza se acumule en las azoteas planas es doble: primero por el peso que tendría que soportar el techo y segundo porque si llueve el contacto del agua con la ceniza crea un nodo que se convierte en cemento imposible de retirar. Además, es peligroso que la ceniza entre por las canaletas de lluvia o por cualquier conducto como el del aire acondicionado o las chimeneas.

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