El pueblo pesquero de la Restinga, en El Hierro, se ha convertido en un municipio completamente vacío.
Sus vecinos, que fueron desalojados este martes ante la amenaza de una erupción volcánica, solo han podido regresar a sus casas durante apenas treinta minutos para recoger lo imprescindible.
"Un poco de ropa, la documentación y algo de comida que teníamos sobre la mesa", ha asegurado uno de los habitantes del municipio.
La Guardia Civil ha establecido unas estrictas medidas de seguridad y han permitido el acceso a una persona por vivienda. Flora, que regenta un restaurante en esta zona, ha explicado que pudo volver 20 minutos a sus domicilio y la sensación le conmocionó: "Me puso mala. Yo fui nerviosa, pero vine peor", asegura esta vecina de La Restinga, a quien la orden de evacuación le cogió sirviendo camarones y morenas, que quedaron sobre la mesa y que hoy su hijo ha recogido.
Aurelio fue el único pescador que pudo trasladar su barco al puerto de La Estaca. Cuando se recibió la orden de envacuación, el decidió emprender rumbo hacia el puerto vecino e incluso tuvo que pasar la noche del desalojo allí. El resto de los pescadores han preferido esperar y confían en que pronto puedan volver a faenar.
Sin embargo, los nuevos puntos eruptivos están impidiendo que la flota se traslade al completo.
La que fuera hasta el pasado año directora del colegio de El Pinar, Etelmira Morales, ha asegurado que el martes fue un día muy duro al tener que ver cómo los vecinos de La Restinga se veían obligados a abandonar sus casas. Afirma que los pobladores de El Pinar le ha podido devolver a los de La Restinga el favor que estos le prestaron cuando tuvieron que acoger en sus casas a las personas mayores cuyas viviendas se vieron cercadas hace años por un incendio forestal.
Morales opina que la mayoría de los herreños han racionalizado e interiorizado la posibilidad de una erupción volcánica debido a la información recibida y, para ella, han actuado de una forma ejemplar. "Estoy muy orgullosa de ser herreña", proclama Etelmira, quien espera que de esta crisis volcánica se saque la conclusión de que es preciso formar más sobre vulcanismo, especialmente si se tiene en cuenta el origen de las islas Canarias.