Sumiso y obediente, así describen los funcionarios al presunto asesino del niño de La Rioja

La familia de Álex, el niño de nueve años de Lardero (La Rioja) que presuntamente fue asesinado por Francisco Javier Almeida, sigue sin comprender por qué fue puesto en libertad. El juez ha decretado el secreto de sumario.

Los resultados de la autopsia del menor todavía no han trascendido y serán clave para conocer cómo murió exactamente el pequeño. El presunto autor se encuentra en la cárcel, está aislado y está controlado por otro preso para evitar que se pueda autolesionarse.

Los vecinos del barrio donde ha ocurrido este trágico suceso están conmocionados y no entienden que haya podido ocurrir algo así.

Sumiso y obediente

Los funcionarios lo describen como sumiso y obediente. Así describe los funcionarios, un preso modélico como siempre ha sido estos años en la cárcel.

"No hubo ninguna vigilancia. De hecho, si hubiera habido alguna vigilancia, mi sobrino estaría con nosotros", comenta el tío del pequeño.

Cuando el preso fue puerto en libertad, su actitud cambió. Los vecinos cuentan que lo veían en los bancos observando a los niños. "Vigilaba mucho a los niños", asegura una vecina del barrio de Lardero.

Otro vecino asegura que él "bebía mas, estaba más alterado, estaba más nervioso, compraba vino, compraba cerveza".

Los antecedentes de este hombre comenzaron en 1989, cuando secuestró y agredió sexualmente a una niña de 13 años. Tres años antes de aquella agresión Almeida, se presentó como candidato para ser Policía Local de Logroño.

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