El Summa encontró un alambre en la garganta de Madalina, asesinada por su pareja, y no una espina de pescado

Madalina M., fue asesinada presuntamente a manos de su pareja. Aunque el hombre ofreció su versión de los hechos, no cuadra con la que ofrecen las autoridades. Los médicos del Hospital de Torrejón Ardoz dieron la voz de alarma a la Policía Nacional acerca de la fractura craneal severa que presentaba la mujer después de ser trasladada por una UVI del Summa 112, algo que era incompatible con la versión. Este decía que se había atragantado el día de antes con una espina de un pescado.

"Yo la vi en el hospital y tenía la cabeza totalmente deformada", subrayaba el instructor del atestado policial en su comparecencia como testigo en la segunda sesión del juicio contra Paul N. Mientras tanto, el acusado niega su autoría. Este se enfrenta a una petición fiscal de 15 años de cárcel por un delito de homicidio. Mientras tanto, las acusaciones particulares y la Comunidad de Madrid amplían su solicitud a 25 años de cárcel por un delito de asesinato.

La mujer murió por la fractura craneal

Transcurridas 48 horas de la agresión, los médicos tuvieron que desconectar a Madalina, quien murió a consecuencia de esa fractura craneal severa. A Paul, el presunto agresor, se le acusa de haberla matado a golpes durante la madrugada del 13 de julio de 2020 después de una discusión.

La médico del Summa que proporcionó asistencia sanitaria a la chica ha explicado que se desplazaron hasta la nave donde ocurrió todo tras un aviso del 112 por un atragantamiento, algo "menor". Sin embargo, cuando llegaron se encontraron con una asistencia "muy grave" puesto que la mujer se encontraba inconsciente bajo un charco de sangre, no respondía y sangraba por la boca y un oído.

Un alambre en la garganta

Aunque los sanitarios trataron de entubar a la mujer, no fue posible al tener un trozo de alambre en la garganta, un dato que hasta el momento no se conocía. "Nos dijo que se había atragantado con una espina pero esa versión era totalmente contradictoria con lo que estábamos viendo", explicaba.

El instructor de las diligencias ha proporcionado detalles de las primeras investigaciones en las que el acusado dio versiones diferentes y sin sentido de manera continua. Un aspecto que extraño a la Policía es que Paul no hubiera llevado a su pareja al hospital de manera inmediata si supuestamente la habría encontrado tirada ante la gravedad de las lesiones que presentaba. "El hospital nos alertó de que presentaba una fractura severa. Al ir, la mujer tenía la cabeza totalmente deformada", confirmaba.

Los asistentes de la UVI móvil avisaron de que el detenido tenía lesiones en brazos y armas compatibles con la agresión. Además, otro de los policías a cargo de las pesquisas relata que los médicos del hospital de Torrejón les comunicaron que la mujer estaba prácticamente fallecida y que presentaba "hundimiento craenal, lesiones y hematomas en la cara". Mientras tanto, el procesado manifestó en sede policial "bastante tranquilo" explicaciones contradictorias como lo de la espina, así como que la noche anterior Madalina había dormido mal para justificar los moratones que tenía en la cara.

Los agentes también han mostrado un cepillo de madrea de limpiar barbacoas localizado en el vehículo del acusado que, en las primeras pesquisas, se consideró podría ser el arma homicida.

El acusado ha contado en su declaración que el día de los hechos estuvieron en una barbacoa con unos amigos y fue sobre las once de la noche cuando se trasladaron a tomar algo a un bar. En un momento dado, la mujer decidió regresar sola al coche para dar un paseo y, a los diez minutos, Paul regresó al coche y encontró a su novia callada en el asiento.

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