Un coche de la Guardia Civil

Publicidad

SUSPENSIÓN DE EMPLEO DURANTE SEIS MESES Y UN DÍA

El Supremo suspende a un guardia civil que envió por Whatsapp fotos de una detenida borracha

El Supremo considera que el agente difundió las imágenes de la mujer, ebria, con el objetivo de "ridiculizarla". Así, la Sala de lo Militar considera acreditado que se cometió una falta muy grave consistente en el trato inhumano, degradante o vejatorio.

El Tribunal Supremo ha sancionado con seis meses y un día de suspensión de empleo a un guardia civil por hacer fotos sin su consentimiento a una mujer ebria, que estaba bajo su custodia, y difundirlas en un grupo de whatsapp para "ridiculizarla".

La Sala de Lo Militar considera acreditado que el agente cometió una falta muy grave consistente en el trato inhumano, degradante o vejatorio a las personas que se encuentran bajo su custodia o con las que se relacionen por razón del servicio, según reza la sentencia de la que es ponente la magistrada Clara Martínez.

Los hechos ocurrieron en 2013 cuando el cabo primero entró en una estación de servicio de la autovía A-7 en cuya cafetería se encontraba una mujer en estado de embriaguez discutiendo con el camarero para que le sirviese más bebidas alcohólicas. El agente le obligó a abandonar el local y la mujer cogió su coche y condujo seis kilómetros por la carretera hasta que la interceptaron.

Mientras lloraba sentada en un banco, el acusado, destinado en el Puesto Principal de Mijas (Málaga) y de servicio en le momento de los hechos, le hizo fotos sin su consentimiento, y las envió por whatsapp a un grupo formado por guardias destinados en su misma unidad.

En su recurso, el condenado denunció la incorrecta valoración de la prueba, infracción del principio de legalidad y falta de proporcionalidad de la sanción; motivos que han sido rechazados por el Tribunal Supremo, que concluye que el hecho de haber compartido las imágenes "es lo que hace más reprochable su acción" puesto que constituye una vejación para su dignidad moral, pues nadie tiene derecho, y mucho menos un guardia civil aprovechando el ejercicio de sus funciones, a humillar a una persona y ponerla en ridículo".

Publicidad