Zamora
Temor en un pueblo de Sanabria por los continuos ataques de los mastines de un pastor
Es el tercer ataque que presencian en el pueblo en tan solo un par de meses. Los vecinos tienen miedo de salir de sus casas aunque el dueño de los perros asegura que sus animales solo se defienden.
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"Estoy aterrorizada por los perros. Yo no puedo vivir así"; "Yo no suelo tener miedo los perros pero es que ya 19 son demasiados". Es el temor de los vecinos de una pedanía de Sanabria (Zamora) que no encuentran solución para frenar los continuos ataques de los mastines del pastor del pueblo que andan sueltos por la zona y han vuelto a atacar a una mujer y a su mascota cuando salían a pasear.
No es la primera vez que ocurre. Es la tercera en los últimos meses. En este último caso mujer la mujer fue atacada por media docena de mastines de este pastor, que afortunadamente quedó en un susto para ella porque pudo defenderse. Por desgracia, su perro no corrió tanta suerte y ha resultado gravemente herido.
Son los mismos mastines que este mismo verano atacaban a un joven de 14 años y a otra mujer que salía a pasear.
El pastor asegura que los mastines solo se defienden
Los vecinos no se atreven a salir de sus casas. José Antonio, el pastor y dueño de los mastines, en cambio, se defiende y asegura que son los perros del resto que andan sueltos por el pueblo y también los lobos los que atacan a sus ovejas: "Su misión es solo defender al ganado".
Risco, el perro de la mujer víctima del ataque de los animales, se recupera poco a poco de las heridas. Reme, su dueña, no se recupera del susto al ver media docena de mastines que se abalanzaban hacia ella. "Primero vinieron unos y luego otros tres o cuatros por el lateral y nos cercaron", nos cuenta.
Paco, otro vecino de esta pedanía, también sabe lo que es sentirse acorralado por estos mastines. Pudo defenderse como pudo. Su mujer, ahora, no se atreve a salir de casa. Le afecta muy de cerca porque a su cuñada estos mismos mastines le mataron la mascota este verano. También sufrió la mordedura de uno.
Los argumentos del pastor no convencen a los vecinos porque temen que cualquier día se produzca una desgracia mayor.
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