Incendio Tenerife
Teresa Ribera visita el Observatorio del Teide para valorar los efectos del incendio, que ya ha sido estabilizado
El fuego ha afectado a más de 2.000 hectáreas en el Parque Nacional de Teide. La ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha visitado este jueves el Parque Nacional del Teide y las instalaciones del Observatorio de Meteorología de Izaña.
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Tras el incendio forestal que comenzó el pasado 15 de agosto en Tenerife, los servicios de emergencia no han cesado su trabajo y se han volcado en los 14 municipios afectados, entre ellos, el de La Orotava, un municipio que, por su situación geográfica, a 2.390 metros de altitud, alberga uno de los observatorios más importantes de Europa, dedicado al estudio del sol. Hasta allí se ha desplazado la ministra de Transición Ecológica y vicepresidente tercera en funciones, Teresa Ribera.
Han sido muchas horas de trabajo para contener las llamas
El fuego han logrado contenerlo a 40 metros de las infraestructuras. Han sido muchas horas de trabajo: día y noche. La incertidumbre, tanto para la AEMET como el IAC, parecía no acabar. Los 300 efectivos de extinción terrestres, entre bomberos y pelotones de la Unidad militar de Emergencias, han sido capaces de evitar que el incendio devorase las instalaciones científicas de la zona.
Aunque hasta ahora el incendio ha cesado, en el Parque Nacional del Teide, la actividad científica que desarrollan los telescopios de Izaña se encuentran paralizadas. Los remolinos de ceniza constantes complican el trabajo y, según el director del centro, Rafael Rebolo, esto podría tardar hasta una semana en volver a la normalidad. Rebolo asegura que ni la instrumentación ni las ópticas han sufrido daños por el fuego.
Para el personal del observatorio, el peor día fue el pasado sábado, cuando vieron que el frente se acercaba a las instalaciones. Todo parecía inevitable: tuvieron que ser evacuados y hacer un seguimiento a través de las cámaras.
La huella es palpable nada más recorrer la carretera que lleva hasta El Teide, un paisaje desolador en blanco y negro y con tan solo unas pocas hectáreas verdes. El intenso olor a humo hace casi insoportable permanecer en el lugar. El incendio continúa con varios focos calientes y con menos de 300 personas evacuadas pero, al fin, se ha dado por estabilizado.
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