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CRISIS DEL ÉBOLA EN ESPAÑA

Teresa Romero reconoce que no informó a la médico de que había tenido contacto con pacientes de ébola

La auxiliar de enfermería Teresa Romero y la médico de familia que la atendió en un centro de salud de Alcorcón han llegado a un acuerdo de conciliación después de que la primera haya reconocido que no informó a la doctora de que había estado en contacto con pacientes con ébola.

Romero ha aceptado íntegramente la declaración de la doctora y ha reconocido que en ningún momento rebasó el umbral de fiebre fijado en 38,7 grados, según ha indicado la abogada de la médico de familia.

La médico de familia que atendió a Romero el pasado 2 de octubre -días antes de ingresar en el hospital por contagio de ébola-, presentó una demanda de conciliación previa a la querella por injurias y calumnias contra Romero, por asegurar la paciente que le había informado durante esa consulta de que había tenido contacto con personas diagnosticadas de ébola.

Según la facultativa de Atención Primaria, Romero no le informó de que había tenido contacto con los misioneros repatriados tras su contagio de ébola cuando acudió a su consulta en el centro de salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón, "cuatro días" antes de su ingreso en el hospital Carlos III.

La médico asegura además que "no es cierto" que la paciente le comunicara haber tenido un pico de fiebre de hasta 38,7 grados centígrados, como aseguró en un comunicado emitido el 25 de noviembre por el despacho de abogados que se encarga de la defensa de Teresa Romero.

Entiende por ello la médico que, como consecuencia de la no revelación del antecedente de exposición al virus del ébola por parte de Romero, le realizó una exploración física "sin ninguna medida de protección y sin utilizar guantes ni mascarilla".

La abogada de la doctora considera que las declaraciones de Romero, en las que ésta aseguró que había dado aviso en el centro de salud de que había cuidado a los misioneros, "constituyen un atentado contra el derecho al honor de su cliente, su fama y dignidad como persona, incluyendo su prestigio profesional".Según la abogada, estos hechos son "constitutivos de un delito de injurias y calumnias con publicidad".

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