Zamora
El ticket viral: un restaurante cobra 20 céntimos cada vez que el camarero atiende en terraza
Sorpresa mayúscula es la que se ha llevado el cliente de un bar al ver que en su cuenta aparecían gastos por cada vez que el camarero le atendía.
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Nada en la vida es gratis, y si no que se lo digan a un cliente de un restaurante de Benavente (Zamora), que hace unos meses se llevó una sorpresa mayúscula al ver lo que tenía que pagar por dos cargos extra en su cuenta.
20 céntimos de recargo
A principios de octubre del pasado año, Blas Galey Hermoso cenó en el Bar Imperial. Lo hizo en la terraza, aprovechando la buena temperatura de esa noche. Al acabar la comida pidió la cuenta y su asombro llegó cuando en el ticket aparecía dos cargos extra: le habían cobrado el servicio de terraza cuatro veces y los cubiertos que utilizó para comer.
Al preguntar si se trataba de alguna confusión, los responsables del establecimiento le explicaron que no era ningún error y que debía abonar 20 céntimos por cada vez que el camarero le había atendido en terraza y un euro más por la cubertería.
Blas decidió entonces compartir su experiencia en Twitter, donde adjuntó una fotografía de la cuenta: "A nosotros nos ocurrió algo curioso hace unos días en Benavente. Cada vez que venía el camarero a la mesa de la terraza a traer algo nos cobraban 20 céntimos. El colmo fue el euro que nos cobró por poner unos cubiertos para cortar una tosta que habíamos pedido", detalló.
Ahora, esta anécdota se ha hecho viral y ha recibido varios comentarios de usuarios que han criticado los gastos extra. Sin embargo, el propietario del establecimiento ha dejado claro que es algo habitual que todos los servicios en terraza incluya un incremento de precio, puesto que no se sirve en barra. Además, ha detallado que no se cobra por cada vez que el camarero atiende a la mesa, sino por cada consumición que se ha servido.
Le ofrecen una manta y se la cobran
A principios de 2020 una pareja de Tenerife también se llevó una sorpresa con su cuenta. Ambos estaban en la terraza de un restaurante tomándose algo cuando una camarera les ofreció una manta para que no pasasen frío. Al ir a pagar la cuenta observaron que les habían cobrado seis euros por el uso de su manta. Cuando se quejaron, los responsables le contestaron que no les iban a devolver el dinero porque tenían que haber preguntado antes si la manta era gratis o no.
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